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Channel: MI FOGÓN EN TU COCINA
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PASTEL DE TIRAMISÚ

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Hay veces en las que conocemos personas especiales que cumplen años y uno tiene que portarse de la mejor forma posible para intentar colaborar en que el día de esa persona sea algo inolvidable.

Mi mejor forma de hacerlo es en la cocina, es mi arma defensiva en estos casos, ya que no hay cumpleaños que se precie que no sea rematado con un pastel y de ahí que hoy me haya decantado por presentaros esta delicia.






INGREDIENTES

500 ml de nata
6 claras
3 yemas
225 gr de azúcar
8 hojas de gelatina
2 terrinas de Mascarpone
Café expreso
50 ml de leche
2 bases de bizcocho
6 bizchochitos de soletilla
Cacao en polvo


ELABORACIÓN

Hacer varios cafés expresos sin añadirle nada de azúcar y reservar.

Seguidamente hay que montar claras, nata y yemas por separado:

  1. Montar las claras en un bol junto con todo el azúcar. Primeramente montarlas a punto de nieve hasta que hagan picos con la varilla y en ese momento ir agregando el azúcar en forma de lluvia sin dejar de batir hasta que cojan una consistencia firme y aspecto brillante tipo merengue.
  2. En otro bol preferiblemente de inox y frío montar la nata bien fría, no montarla excesivamente, tiene que quedar semimontada.
  3. En un tercer bol batir las yemas hasta que blanqueen y doblen su volumen.

Hacerse con un molde de tarta y colocar el aro sobre un plato o tartera, poner una primera base de bizcocho y empapar con el café, no mucho que sino se deshace.

Poner las gelatinas en remojo en agua fría y la leche a calentar en el microondas. Cuando la leche esté caliente, escurrir las gelatinas y mezclarlas con ésta hasta que se disuelvan por completo.

Agregar el mascarpone al bol de yemas y batir hasta que se integre por completo y desaparezcan los grumos. Seguidamente mezclar este preparado con la nata semimontada.

Apartar un cuarto de esta mezcla y ¡ahora hay que actuar rápidamente y con soltura para que la gelatina no cuaje de golpe!: juntar este cuarto de mezcla con la gelatina desleída, de inmediato mezclar con los tres cuartos restantes de preparación y por último añadir las claras merengadas con movimientos envolventes, todo ello con ayuda de una espátula, nada de mezclar con varilla.

Agregar una buena capa de esta crema encima del bizcocho que teníamos en el molde. Poner una capa intermedia de bizcochitos de soletilla empapados en café. Seguir con otra capa generosa de crema y rematar con otra base de bizcocho, presionar bien para que salgan las burbujas de aire y empapar el bizcocho de café. Por último, agregar una capa de crema haciendo forma de “olas” con ayuda de la espátula.

Meter al frío inmediatamente y esperar unas 5 horas, mejor si es de un día para otro.

Pasado este tiempo, sacar la tarta y espolvorearla de cacao en polvo, volverla a meter en la nevera para que sude unos 5 minutos y terminar por rallarle chocolate blanco por encima. Retirar el aro y ya está lista para comer.

Buen provecho!!! 

Es una joyita de pastel, palabra de cocinero. Me lo he sacado de la manga para un cumpleaños de alguien muy especial que se que le encanta el tiramisú y el chocolate, así que la idea era hacer una mezcla de ambos explosiva y que tuviera el cuerpo suficiente como para mantenerse con forma redonda y presentable.

José López


PASTEL DE PATATA Y 3 CARNES

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¡Muy buenas! ya estoy aquí que es la hora del almuerzo y creo que a más de uno le apetecería tomarse una cazuelita de estas...





Veréis el sábado me pasé la tarde entera cocinando, y no es una queja, al contrario, ¡ME ENCANTA! jejej... tuvimos una barbacoa el domingo y a mi se me fue la cabeza preparando comida, mi cocina más que una cocina parecía un campo de batalla, con eso os lo digo todo y es que ¡¡hay que ver como se queda la cocina cuando tienes que preparar comida para un grupito grande!! ¡¡Y YO SIN LAVAVAJILLAS!!!

Aproveché la ocasión para al tiempo que cocinaba ir editando varias entradas para el blog, así que a lo largo de estos días iré publicando cositas que nos comimos el domingo, una de ellas fue el PASTEL DE TIRAMISÚ CHOCOLATEADO que publiqué ayer, y las otras ya las iré terminando de editar y subiendo, como veréis en las fotos de más abajo el montaje lo hice en un gran cuenco de barro que tengo para el horno puesto que era para unas 20 personas pero las fotos que he puesto aquí más arriba son en una cazuela individual pues quedaba mejor y más bonita para el blog. 

No sé si a vosotros os pasa cuando cocináis pero suele ocurrir por regla general que preparas comida y postre o tarta y al final la gente lo que más valora o más le sorprende es siempre el postre, ¿os habéis preguntado alguna vez por qué ocurre eso?, ¿por qué la gente es tan golosona?, en fin, que nos puede la glucosa.

Bueno y volviendo al tema, este plato de hoy es muy completo, se puede servir como plato único o como acompañamiento de cualquier otra cosa, aunque yo me decanto más por lo primero. Y ahora en estos días de invierno y frío se agradece algo así calentito y gratinadito como esto que entra bien en el cuerpo.

Vamos al lío que tenemos trabajo por delante para hacer el pastel de patata:

INGREDIENTES (5 personas)

1 kg de patatas
500 gr de carne picada (cerdo, ternera y pollo)
Sofrito básico (1 diente de ajo, 1 cebolla, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo)
500 gr de tomate triturado al natural
250 ml de nata para cocinar
Queso para fundir
Aceite de oliva
Mantequilla
Laurel
Tomillo, pimentón dulce y picante, pimientas, orégano, nuez moscada y cayena
sal

ELABORACIÓN

Pelar las patatas y ponerlas a hervir hasta que queden tiernas (como para ensaladilla). Una vez escurrirles el agua, salpimentarlas ponerles unas cucharadas de mantequilla y chafarlas con un tenedor, dejarlas enfriar un poco a temperatura ambiente.

Salpimentar la picada de carnes y saltearla en un perol con un buen chorro de aceite de oliva, retirarla del perol y reservar.

En el mismo perol hacer el sofrito con las verduras indicadas por orden de cocción, es decir, primero el ajo, después la cebolla, pimiento verde y pimiento rojo, rehogar bien durante el tiempo necesario para que se ablanden y agregar la carne nuevamente,  de seguido incorporar el tomate triturado, unas hojas de laurel, bajar el fuego y dejar cocer durante al menos media hora a fuego muy suave.

En un jarro hacer una mezcla de 100 ml de agua, 40 ml de aceite de oliva, y las especias, triturar y añadir al perol a los 10 minutos de cocción.

Una vez lista la carne, proceder al montaje:

Reservar unos 200 gr de patata.

Untar un molde (que se pueda meter al horno) con mantequilla y empezar poniendo una primera capa base de patata, seguida de otra de carne, otra de patata y otra de carne así sucesivamente. Terminaremos con una de patata pero la haremos de la siguiente forma: 

Los 200 gr. que habíamos reservado los mezclaremos con un chorrito de aceite de oliva, nuez moscada, sal y un chorrillo de nata. Triturar bien y quedará con una consistencia cremosa a modo de bechamel, con eso terminaremos nuestro pastel, le colocamos el queso para fundir por encima y al horno a gratinar.

Es un plato que se debe servir bien caliente. Que aproveche.

José López


TARTA DE QUESO INVERTIDA

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La tarta de hoy la llevo haciendo yo desde ya ni me acuerdo cuando.. es que por decirte la verdad no me acuerdo ni de como aterrizó en mi cocina, tal vez un libro, tal vez una vecina, tal vez una vieja receta, yo que sé! lo que estoy seguro es que de internet no es porque en aquella época yo ni tenía ordenador.




Si os gusta la tarta de queso al horno os recomiendo probar esta receta. Es mi favorita, queda riquísima y jugosa, nada dulce ni empalagosa, y es facilísima de hacer, no requiere ni ingredientes raros ni maquinaria sofisticada.

Son ingredientes de andar por casa, así que si un día se te antoja dulce ya sabes lo que puedes hacer.

Le llamo invertida porque se hace "invertida" al igual que la Tarta Tatín, se hornea con la crema abajo y el bizcocho arriba para luego darle la vuelta y presentarla con el caramelo por encima. Es muy socorrido y aguanta varios días en la nevera sin perder ni la textura ni el sabor ni el cuerpo, que otras tartas ya sabemos que se vienen abajo fácilmente. 

Además de que está buena tanto fría como a temperatura ambiente, por eso no tienes que preocuparte si la dejas fuera de la nevera varias horas o te la tienes que llevar un día de acampada para degustarla en la montaña o en la playa.

Eso sí, no todo son ventajas, jejeje no te pases comiendo tarta porque es hipercalórica: queso, huevos, azúcar, bizcocho.. digamos que no es para hacer dieta. Pero un de vez en cuando no hace daño a nadie, así que aprovecha que te dejo aquí la receta y regálate una degustación en casa.


INGREDIENTES

1 l. de leche
400 gr de queso crema tipo philadelphia
4 huevos grandes
175 gr de azúcar
80 gr de maizena
Caramelo (150 gr azúcar y 100 gr de agua)
Almibar (50 gr azúcar y 50 gr de agua)
1 base de bizcocho

ELABORACIÓN

Precalentar el horno a 180ºC

Hacer un caramelo dorado con los 150 gr de azúcar y los 100 gr de agua. 

Hacer el almibar con los 50 gr de azúcar y los 50 gr de agua, poner al fuego y en cuanto hierva dejar dos minutos y retirar.

Untar un molde desmontable de mantequilla o aceite y forrarlo con papel de horno.

En un bol mezclar el queso con el azúcar con ayuda de un cucharón hasta que se integre bien. 

Por otro lado desleír la maizena en la leche fría y mezclar con el queso, agregar también los 4 huevos y meterle el tourmix a la mezcla hasta que quede homogénea.

Cuando el caramelo esté dorado, verterlo con cuidado sobre la base del molde forrado de papel, dejar unos minutos que el caramelo se solidifique y verter encima la mezcla que teníamos reservada.

Introducir al horno durante aproximadamente 45 minutos (dependiendo de vuestro horno y cantidad de crema que hayamos hecho).

A media cocción abrir el horno y sin mover el molde colocar encima de éste la base de bizcocho, presionar ligeramente y empapar con el almibar ayudándose de un pincel. Cerrar el horno y dejar que termine de cocer. Estará listo cuando al introducir un palillo y sacarlo éste salga limpio sin restos de crema.

Una vez hecho, dejar enfriar a temperatura ambiente y luego guardar en la nevera varias horas. Cuando esté bien frío le retiramos el aro de metal y le damos la vuelta sobre otro plato, entonces le quitamos el papel y nuestra tarta estará para comérsela!!!

José López



DONUTS o ¿BERLINAS?

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¿TE APETECE UN DÍA REDONDO? A ver... manos arriba quien quiera un donuts!! uihhh no veo manos.. ¡¡¡¡pues nada me los quedo todos!!!!

Espero y deseo de todo corazón que esta entrada os sirva no solo para aprender a realizar unos fantásticos donuts que nada tienen que envidiar a los industriales sino también para aprender un poco más acerca de las masas y de como trabajarlas para obtener un óptimo resultado, ese ha sido mi afán elaborando y redactando la receta de hoy, he puesto todo el empeño posible en facilitar y detalladamente redactar todos y cada uno de los pasos para la realización de una masa perfecta.

Me alegraría saber que no solamente os miráis las fotos sino que indagáis en el proceso de preparación pues el fin principal por el que comparto y dedico el tiempo al blog es haceros llegar a casa mi pasión por algo que a ti que me lees y a mi que te escribo nos gusta, la cocina.








INGREDIENTES

  • Donuts

400 gr de harina de fuerza
250 ml de leche
Ceste de una naranja (piel sin lo blanco)
½ cucharida de sal
70 gr de azúcar
1 huevo M
20 gr de levadura fresca
50 gr de mantequila sin sal (pomada)

  • Glaseado blanco

300 gr de azúcar glass
3 cucharadas soperas de agua
1 pizca de vainillina

  • Glaseado de chocolate

200 gr de azúcar glass
75 ml de agua
150 gr de chocolate para fundir


ELABORACIÓN 

En primer lugar lavar muy bien la naranja y con un pelador quitarle la piel sin llevarse lo blanco, ponerla en un cazo con la leche hasta que hierva, después apagarla, tapar y dejar infusionar.

Ahora vamos a aprender a trabajar la masa de manera tradicional con las manos, de la siguiente manera:

De la forma que vamos a hacerlo hay que seguir la receta paso a paso, añadiendo los ingredientes cuando les toque y simplemente trabajaremos la masa levantándola de la superficie de trabajo haciendo que “cobre vida” y se despegue de la mesa de forma que coja aire y se hinche.

Tamizamos la harina en un cuenco, añadimos la levadura fresca y desmenuzamos con las manos para mezclarla con la harina, la levadura fresca se desmenuza fácilmente quedando en trocillos diminutos que se integran con la harina rápidamente. Y no, en las masas a mano no hay que mezclar la levadura con el líquido, se la añadimos directamente a la harina sin necesidad de un intermediario.

Añadiremos ahora el azúcar y la sal, mezclando ligeramente con cuidado, (se ha de procurar no mezclar mucho la levadura con la sal).

Ya esta lista para añadir los ingredientes húmedos, (primero el huevo ligeramente batido) y acto seguido la leche (no toda). Ahora lo ideal es utilizar una rasqueta de plástico que nos ayude a mezclar todos los ingredientes (aun no lo haremos con las manos), mezclaremos hasta que la harina haya absorbido todo el líquido, agregaremos un poquillo más de leche y observaréis que se va integrando bien. ¡Las manos siguen limpias!, agregar la mantequilla pomada.

Para las masas es bueno utilizar harina de fuerza; veréis la harina de fuerza es un tipo de harina que tiene más proteínas que la harina común. Esta harina está especialmente indicada para repostería, bollería y panadería ya que las proteínas forman una matriz en forma de red que retiene el gas producido en la fermentación y hace que las masas sean más suaves y esponjosas. A su vez, nutricionalmente se considera más equilibrada al tener más proteínas y menos hidratos.

Bien, después de este breve inciso volvemos a nuestra masa que ya la podemos sacar del recipiente; limpiamos la superficie de trabajo de harina y vaciamos la masa del cuenco. Ahora tenemos una masa húmeda y pegajosa, normalmente una forma de trabajar las masas es añadiendo más harina por lo que generalmente se les suele añadir más harina de la indicada en la receta original lo cual estoy totalmente en desacuerdo. Lo que hay que intentar ahora es que nuestra masa coja aire, así que para empezar vamos a realizar movimientos lentos: cogemos la masa con las manos abiertas colocándolas debajo de ella como si fuesen dos tenedores, se levanta la masa, se pellizca, se golpea, se estira y dobla para que coja aire, al hacer esto mucho aire queda dentro de la masa, se vuelve a coger, a golpear y a estirar. No te preocupes en absoluto si se te queda pegada a las manos pues se te irá separando a medida que la trabajes.

En cuanto más suave sea nuestra masa más fácil será trabajarla, mientras podremos oír todo el aire que va quedando atrapado en su interior. Hay que hacer eso hasta que la masa sea tan suave que pueda retirarse de las manos sin necesidad de más harina ni aceite ni nada, la única ayuda que te permito es una espátula para raspar la masa que se pueda pegar a la mesa.

Seguir golpeando la masa más rápidamente una y otra vez levantando y dejando caer enseguida verás que se va separando de la superficie de trabajo y observarás que se va formando una masa cada vez más y más lisa.

Llegados a este punto la masa estará bien trabajada lo que haremos ahora será espolvorear algo de harina sobre la superficie, colocaremos la masa encima y abriremos y cerramos una y otra vez. Obtendrás una masa bien trabajada, moldeable, ligera, flexible y muy viva.

Tiene más aire que cualquier otra porque de la manera que se trabaja queda más aire atrapado dentro de ella y esa es la clave de esta masa. Ahora la volveremos a colocar en el cuenco y la dejaremos reposar tapada al abrigo de corrientes y a una temperatura templada durante 8 horas o toda la noche.

Bien, una vez reposada y pasado el tiempo de fermentación espolvoreamos la superficie nuevamente con algo de harina, volcamos el recipiente y con ayuda de la rasqueta raspamos los bordes para que la masa caiga sobre la mesa de trabajo.

Ahora le vamos a dar más fuerza mediante unos cuantos de dobleces: se coge la parte superior, se dobla y se presiona suavemente con los dedos y palma de la mano, se hace lo mismo con la parte inferior doblando hacia el centro como si fuese una sábana. Se dobla otra vez y esa es la base para que nuestra masa se haga mucho más fuerte.

Estiramos con el rodillo a 1cm de grosor, con un cortador de donuts o en su defecto un aro de emplatar o cortapastas, presionamos y cortamos las piezas (si no tienes cortador de donuts utiliza aros y el centro lo puedes hacer con una boquilla pastelera). Aprovecha los recortes y únelos para hacer más donuts, no tires nada de masa.

Forra unas bandejas con papel de horno y ve colocando encima los donuts con una separación prudencial entre uno y otro pues triplican su volumen. (Esto viene bien para luego a la hora de freírlos pues no tendremos que manipularlos y evitaremos que se deshinchen).

Déjalos levar en un lugar cálido (el horno precalentado a 30ºC y apagado vendrá genial) y ten paciencia pues hay que dejarlos crecer porque mientras más crezcan más tiernos estarán.

Pasado el tiempo de levado recorta la hoja de papel de hornear alrededor de cada donuts sin manipularlo. Coloca abundante aceite de girasol en la sartén (cantidad necesaria para que floten y no toquen la base). Calienta el aceite procurando que no supere los 170ºC, podéis utilizar la freidora que en este caso permitirá controlar mejor la temperatura. Es importante respetar la temperatura pues de lo contrario se os quemarán o cogerán mucho aceite.

Ahora levanta los donuts con el papelito y mételos en el aceite. Observaréis como se desprende el papel y podréis retirarlo (de ese modo no tocaréis la masa y no se deshinchará). No pongáis más de 3 unidades por tanda pues fríen rapidísimo y hay que voltearlos constantemente sin quitarles ojo, como he dicho fríen rápido y han de quedar con ese bonito dorado comercial. Retiradlos con la espumadera y dejadlos sobre papel absorvente.
Ahora dejad que el aceite escurra bien y que los donuts pierdan calor.

Mientras tanto preparad la glasa con el azúcar glas, vainilla y agua mezclando hasta conseguir una mezcla más o menos fluida pero no muy líquida.

Coged los donuts (templados) e irlos bañando y volteando en la glasa, después colocadlos sobre una rejilla hasta que sequen.

La glasa restante esparcirla por encima de los donuts con ayuda de una cuchara. Cuando se seque por completo el glaseado ya están listos para comerselos.

Si la glasa queda como cristalizada al morder y el donuts es mullido y esponjoso ¡¡¡TE FELICITO!!! porque has conseguido superar a los comerciales.

El glaseado de chocolate podréis hacerlo mezclando azúcar glas, agua y chocolate para postres en las cantidades indicadas arriba, bañáis y procedéis a dejar secar sobre rejilla también.

JOSÉ LÓPEZ

ENSALADA VIDA

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Veréis la anécdota que os voy a contar me estremeció, ayer iba caminando por la calle aquí en Granada y me paré en un semáforo para cruzar, junto a mi se pararon dos madres con sus niños que los llevaban al colegio Caja Granada. La acera estaba repleta de niños, de madres y padres a las puertas del colegio. 

Pero entre toda la masa de criaturitas corriendo y saltando, un niño (de aproximadamente 6 años), de los que se pararon a mi lado con sus madres me llamó mucho la atención, sobre todo lo que me hizo pegar la oreja fue la conversación “de niños” que tenía con su amiguito, y era esta...

¡Qué contento estoy de volver hoy al cole!
¿Por qué no venías antes? (le preguntó el otro)
Porque estaba en el hospital, tuve un cáncer pero ya estoy bien, y mi madre dice que un cáncer lo tienen muchas personas y yo ya estoy curado.
Pero la gente se muere de eso (le dijo el otro enano)
No es verdad, porque mi abuela me dijo que antes van los ancianos que yo no merezco estar malo, que la vida es un regalo...

Mirad, si no se llega a poner en verde el semáforo se me saltan las lágrimas!! ...el niño siguió hablando pero yo ya le perdí el paso... y las madres hablando entre ellas ni siquiera se enteraron de lo que hablaban los niños.

¡¡¡CÓMO UN CUERPO TAN PEQUEÑO PUEDE TENER TANTO CORAJE!!! y cómo una palabras tan sencillas pueden encerrar tanta esperanza. Estos locos bajitos y su filosofía y forma de ver la vida, deberíamos aprender de la inocencia de los niños y no dejarnos llevar a veces por las barreras que nosotros “los adultos” nos ponemos, no hay duda de que es una horrible enfermedad producida tanto por caracteres genéticos y a veces también del entorno, alimentación, etc. pero lo que no cabe duda que el coraje y valentía con la que la afrontan unos es fundamental para luchar.

Desde hoy me he dado cuenta que hay una nueva terapia contra el cáncer: la inocencia, suministrada en grandes dosis junto con la esperanza parece ayudar a los cuerpos más diminutos. Se trata de una enfermedad del cuerpo, de la mente, del espíritu. Una actitud proactiva y un espíritu positivo ayudan indudablemente al portador a sobrevivir. La ira, la soledad y la tristeza provocan un fuerte estrés al organismo creando un medio químicamente ácido y favorable al cáncer. Por el contrario un ser lleno de amor y alegría, contribuirá a dificultar el desarrollo tumoral.

Después de esto me he sentido motivado para publicar hoy la receta y dedicársela a ese pequeñajo el cual desconozco su nombre pero me ha ayudado a ver un poco más allá de lo que solemos ver los adultos.

El mes pasado aprovechando unas jornadas universitarias de la UGR en la carrera que estoy cursando (Nutrición y Dietética Humana) y el DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER publiqué la entrada.. ALIMENTOS CONTRA EL CÁNCER hoy he querido retomarla y llevar a la práctica un plato cargado de vida que desde mi cocina y desde este rincón cibernautico va dedicado a todas aquellas personas que siguen luchando día a día contra esa enfermedad.

No sé si alguna vez habéis oído hablar de los crudívoros. Para los que no lo sepan son personas que basan su alimentación en alimentos sin cocinar, es decir, todo en su estado natural sin procesar y a menudo orgánico sin ningún tratamiento culinario. Reconozco que yo sería incapaz de ser crudívoro pues me gustan los placeres culinarios demasiado, pero también reconozco que esa filosofía de vida y de alimentación bien llevada no deja de ser interesante y saludable.

El tema al que me quiero referir con la dieta crudívora es que a veces el tratamiento frío o calor que le proporcionamos a los alimentos al cocinarlos estropea o aminora muchas de sus cualidades nutricionales pues se rompen las enzimas y cadenas de las moléculas que los componen y pueden generar productos nocivos como es el caso de las grasas cuando han sido recalentadas varias veces por poner un ejemplo.







Hoy la receta viene cargada de vida y de simplicidad pues se trata de que esté al alcance de cualquiera que se preste y no tenga muchas nociones culinarias. Aprovechando que estoy en Granada y la costa tropical está aquí al lado he recogido algunos alimentos que nos proporcionan las huertas tropicales de Almuñecar, Motril, y alrededores. Antes de pasar a describir como hacer la ensalada voy a explicar algunas de las cualidades de sus ingredientes principales:

  • MANGO, esta fruta contiene componentes capaces de inhibir el crecimiento y desarrollo de las células que provocan el cáncer de mama y de colon. Un estudio llevado a cabo hace poco descubrió el potencial del mango, se observó que el polifenol, compuesto contenido en esta fruta, es capaz de inhibir el crecimiento de ciertas células de origen cancerígeno en sangre.
  • AGUACATE, gran antioxidante que ayuda a frenar el cáncer de próstata. En maduración poseen hasta tres compuestos químicos, estructuralmente relacionados entre sí, que son capaces de matar a las células cancerosas en cultivo y son especialmente potentes contra el cáncer de próstata.
  • CEBOLLA MORADA, además de hacernos llorar, parece que las cebollas pueden ser muy efectivas en la lucha contra el cáncer. Hay estudios que afirman que cuanto más fuertes son las cebollas, más fuerte será su efecto sobre la salud. Las cebollas contienen flavonoides, en la cebolla morada encontramos la variedad de cebollas más rica en quercetina (un flavonoide) y la cual sería conveniente consumir a diario para aprovechar sus propiedades en la prevención contra cáncer de pulmón, hígado, colon y algunos tipos de melanoma.
  • BACALAO, (mejor en salazón) este pescado se encuentra en medio entre blancos y azules, el salado contiene más grasa que el fresco, la grasa del bacalao es cardiosaludable, el omega 3 que contiene es fundamental para controlar y evitar muchos problemas de salud y baja el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Además contiene yodo, segundo componente más importante y fundamental en la infancia y el embarazo.
  • ACEITE DE OLIVA, señoras y señores abran paso al líder, el aceite de oliva no podía faltar, el oro líquido es poco menos que la panacea. Su consumo (moderado) sólo tiene ventajas, por todos son conocidas la multitud de propiedades que no me voy a poner a citar sólo deciros que, fundamental en nuestra dieta mediterránea, está probado que frena la proliferación celular y genera cambios en el tumor.
  • TOMATE, un tomate mediano apenas aporta 18 calorías, el 95% de su peso es agua, apenas hidratos, sales minerales y vitaminas del tipo B, además de carotenoides como el licopeno, que le da su color característico y que además le confiere propiedades antioxidantes que consumido en 10 o más tomas semanales ayuda a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Y esta es la receta saludable que os presento:


INGREDIENTES

2 Aguacates
1 Mango
6 tomatillos cherry
1 Cebolla morada
200 gr de bacalao desalado
aceite de oliva
sal marina y pimienta
1 lima
hojas de menta fresca

ELABORACIÓN

Por un lado cortamos los tomates cherry en cuartos. Reservamos.

Por otro lado pelamos la cebolla y hacemos una juliana bien fina con ella. Reservamos.

Desmigamos el bacalao, lo cortamos como para tartar, bien, bien picadito y lo aderezamos con unas gotas de aceite, zumo de lima más un poco de ralladura y pimienta.

Ahora le toca al aguacate, en lugar de cortarlo en dos para abrirlo como suele hacerse, lo que vamos hacer es pelarlo sin abrirlo y después con la mandolina o un buen cuchillo haremos láminas que iremos poniendo sobre papel de hornear, solapándolas unas con otras para que no quede ni un solo hueco, hasta formar una sábana, colocaremos en el centro y a lo largo una linea gruesa del tartar de bacalao e iremos enrollando el aguacate sobre sí, intentando apretar un poquito hasta que quede compacto (no aprietes mucho porque se te saldrá por los laterales). Meteremos el rollo en el congelador unos 15 minutos para que coja frío y cuerpo. 

Mientras tanto pelar el mango y laminarlo con la mandolina o cuchillo a lo largo, ajusta las láminas con el cuchillo para que te queden lo más rectangulares posible.

Sacamos el rollo del congelador y lo cortamos con mucho cuidado a unos 3 dedos de ancho.

MONTAJE

Disponer en la base del plato las láminas de mango solapadas una tras otra formando una alfombra, encima de esta colocar 2 o 3 rollitos de aguacate jugando con sus posiciones, colocar aleatoriamente unas julianas de cebolla morada y unos cuartos de tomate cherry, disponer los brotes tiernos de menta fresca por encima y rociar con unas gotas del jugo que nos exudó el bacalao. 

Buen provecho y recuerda... NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA COMERTE LA VIDA DE UN SOLO BOCAO!!!

José López





CONCURSO RECETAS CONTRA EL CÁNCER



Desde aquí hago un llamamiento a todos los que me leéis y visitáis el blog, seguro que conocéis a alguien que padece o ha padecido esa horrible enfermedad es por eso que os invito a participar en este concurso ya no sólo por el hecho de llevarte el premio sino por demostrarle a todos vuestros lectores, familiares y amigos que desde la cocina, desde vuestra cocina podéis aportar vuestro granito de arena en la lucha diaria, esa es la filosofía, en este caso más que nunca lo importante es participar, pues por todos es sabido que SOMOS LO QUE COMEMOS y cuantas más recetas participen más posibilidades de comer sano habrá.

Este concurso es algo especial y si quieres participar tienes que enviar una receta sana, que sólo con mirarla se nos quiten las penas!! Se aceptan tanto saladas como dulces. Se puede enviar cualquier tipo de receta: ensalada, guiso, postre, plato principal, canapé, aperitivo.. todo lo que se te ocurra que esté elaborado con algunos de los alimentos que se detallan más adelante.


El premio será para la receta más sana y el ganador/a se llevará......


¡¡UN BUEN LIBRO DE RECETAS SALUDABLES!! (no pongo la foto porque aun no he decidido cual, tengo varios en mente pero he de ir a ojearlos a la tienda para ver cual es el elegido)

BASES DEL CONCURSO:

Pueden participar cocineros y cocinitas de todo el mundo, cualquier país es bienvenido.

¿Plazo para concursar y enviar las recetas?
Desde el 15 de Marzo de 2013 hasta el 15 de Abril de 2013

¿Como puedo enviar la receta?
Si tienes blog o web personal puedes enviar tu receta en el link que hay al final de esta entrada al pinchar encima verás que te sale un desplegable en el que debes de introducir el enlace web a tu receta, el nombre y tu email, seguidamente te dará para que selecciones una foto y al guardar la receta aparecerá publicada aquí.
En el caso de que no tengas blog puedes participar a través de facebook poniendo la receta en tu muro y en el muro de la página siguiente: MI FOGÓN
Y si no tienes ni blog, ni facebook, ni redes sociales pues me envías la receta  junto con la foto y tus datos a mi email y yo me encargaré de subirla aquí.
Puedes participar con cuantas recetas quieras. A más recetas, más posibilidades de ganar.


¿Cómo se elegirá al ganador?
El premio resultará de la receta más votada por todos vosotros en la semana del 16 al 21 de abril y se dará a conocer el resultado el día 22 de abril.

¿Cuales son las bases? Son 5.
    1. Debes de hacerte seguidor de este blog.

    2. Debes de publicar tu receta tanto en el enlace inferior de esta entrada como en la comunidad de google+ Cocina & Publica

    3. La receta no podrá ser antigua, es decir, ha de ser una receta de nueva publicación en tu muro en la cual deberás incluir lo siguiente: Con esta receta participo en el CONCURSO RECETAS CONTRA EL CÁNCER organizado por Mi fogón en tu cocina.

    4. Poner el logo enlazando el concurso en tu receta y tu blog en un lugar visible de tu blog durante el tiempo que el concurso esté vigente y con acceso directo a esta entrada.


    5. Las recetas deberán incluir alimentos funcionales contra el cáncer de entre los siguientes:

    Puedes utilizar....
    • Todo tipo de frutas especialmente: naranjas, frutos rojos, uvas, limón, papaya, mango y chirimoya.
    • Verduras y hortalizas especialmente: brócoli, coliflor, tomates, zanahorias, cebolla, ajo y apio.
    • Legumbres, aceite de oliva, semillas, frutos secos, fibra, té verde.
    • Harinas integrales, arroces y cereales integrales
    • Y cualquier otro que bajo tu juicio consideres sano y/o natural.

    No deberías utilizar...
    • Leche, nata y derivados lácteos grasos como mantequillas (te recomiendo leche de soja)
    • Carnes rojas tampoco  (mejor las blancas)
    • Café
    • Chocolate
    • Azúcar blanco no deberías  (en su lugar te recomiendo miel o melaza o azúcar morena)
    • Sal refinada no es aconsejable,  (mejor sal marina)


    Nota. No quiero complicaros la vida con las bases, lo que quiero es participación. Si no quieres participar pero tienes blog y quieres enlazar el concurso para que la gente lo conozca te agradecería que te llevases el logo y lo enlaces en tu página, si lo quieres compartir en facebook lo mismo te digo.

    ABRAZOS A RAUDALES!!


    PASTEL DE FRESAS CON NATA

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    Quien dijo fresas con nata no había visto este pastel; porque sino me parece que hubiese dicho.. PASTEL DE FRESAS CON NATA.

    Con esta receta participo en el  Reto de Marzo de Cocineros del Mundo en Google+ en el apartado de Dulce. 

    Mirad dejadme que os cuente una historia...

    Aisha estaba viendo la tele. Estaban pasando un anuncio de esos en que se ve a alguien comiendo un plato de fresas con nata. Un plato bien hermoso, con la nata fría y cremosa y las fresas rojas y brillantes, con las gotitas de humedad cayendo por los lados. Y claro, al ver eso le entraron unas ganas que te cagas de comerse un plato de fresas con nata. Primero pensó que podría ser un antojo como los que tienen las mujeres embarazadas pero Aisha se acordó de que no era una mujer, y por suerte tampoco estaba embarazada y se quedó más tranquilo.
    Se fue al supermercado a comprarse una bolsa de fresas y un bote de nata. El supermercado era enoOOOORME, con sus grandes pasillos y sus empleados que nunca saben donde están las cosas... Pero después de mucho buscar llegó al puesto de fruta y allí encontró una bolsa bien grande de fresas, de esas rojas y brillantes, con las gotitas de humedad cayendo por los lados. Y tuvo suerte, porque justo enfrente del puesto de fruta estaba el estante del bote de nata. Sólo quedaba uno, pero no importaba, porque era un bote enorme de esos tamaño familiar, pero para familias numerosas de tres hijos, abuela, cuñado, suegra, perro y dos gatos por lo menos.
    Aisha tomó el bote de nata y se fue a la caja a pagar. Pero no pudo hacerlo, porque el bote de nata no se movió del sitio. ¿Qué? ¿qué no se movió?, ¡NO! no se movió y Aisha tiró del bote un poco más fuerte y un poco más fuerte el bote se quedó en el sitio. Volvió a tirar y volvió el bote a estar en el mismo sitio. Aisha ya estaba empezando a mosquearse porque no le suele gustar que los botes de nata le desobedezcan (esta parte interpretarla). Giró la cabeza para lanzar una mirada intimidatorio y observó que sobre su mano había otra mano (Aisha ahí mira la mano), ¡QUÉ NO ERA LA SUYA! y empezó a seguir con la mirada aquella mano para ver si encontraba a su dueño (es que Aisha es muy listo). Y siguiendo la mano encontró un brazo, finito como de mujer, y tras el brazo, un hombro, finito como de mujer, después del hombro había un cuello, finito como de mujer, y sobre el cuello una cabeza. Y menos mal que había una cabeza porque si no entonces el cuento acojona bastante!!! Era una cabeza, finita como de mujer con una cara de mujer muy ennnnnfadada con una expresión de ese bote de nata es mío y ¡¡¡no lo pienso soltar!!! y en la otra mano también llevaba una bolsa de fresas, de esas rojas y brillantes, con las gotitas de humedad cayendo por los lados.
    Pero Aisha no se dejó intimidar era su bote de nata y tiró bien fuerte para su lado. Y Macu, que así se llamaba ella tiraba bien fuerte para el suyo. Y Aisha para un lado y Macu para el suyo. Pero no tiraban en lados totalmente opuestos, sino que dejaban un pequeño ángulo entre los dos y según la segunda ley de Newton: cuando dos cuerpos ejercen fuerzas en direcciones diferentes (esta es la parte pedagógica del cuento), la fuerza resultante será la suma de las direcciones de ambas fuerzas, es decir, que la fuerza no va ni para un lado ni pal otro, sino pal medio.
    Y los dos empezaron a caminar en esa dirección, por todo el pasillo del supermercado. Sin mirar para adelante, sólo mirándose entre ellos muy enfadados. Les daba igual lo que hubiera delante. Se cruzó en su camino un empleado del supermercado de esos que no saben donde están las cosas, y fue golpeado bruscamente por el bote de nata, pero ellos siguieron y llegaron a la caja. Cada uno pagó su bolsa de fresas, la nata la pagaron entre los dos, porque aun no tenían muy claro de quién era. Salieron del supermercado, atravesaron una calle, los coches frenaban bruscamente y les tocaban las bocinas, pero ellos seguían, avanzando en la dirección del bote de nata golpeando lo que encontraban por delante: a una mujer que iba en bicicleta, a un policía que estaba dirigiendo el tráfico con la mano levantada, y se quedó en el suelo en la misma posición, a un hombre que leía el periódico, también le pasaron por encima, una viejecita paseaba por la calle con sus perritos, no pudo apartarse a tiempo ¡¡¡y pasaron por encima de la viejecita!!!!, ¡¡y pasaron por encima de los perritos!!!!!!!! y ellos seguían caminando, sin piedad, arrollando cosas y personas.
    Según el periódico, aquella tarde hubo más de catorce víctimas por contusión de bote de nata.
    Aisha y Macu llegaron a un edificio, entraron por la puerta, subieron por las escaleras y atravesaron el pasillo, la puerta del final estaba cerrada pero la hicieron trizas con el impulso que llevaban. La familia que ahí vivía huyó despavorida. Aisha y Macu llegaron al final de la habitación y ya no podían seguir caminando más en la dirección de la fuerza resultante pero los dos aun querían poseer el bote de nata y empezaron a tirar cada uno para su lado, esta vez con más fuerza. Aisha para un lado, Macu para el otro, tirando, tirando y de tanto tirar el bote de nata se rompió, las bolsas de fresas estallaron y la habitación se llenó de fresas y de nata por todas partes, y claro, Aisha y Macu también se llenaron de fresas y de nata por todas partes... en la cara, en el pelo, en la ropa, debajo de la ropa.
    Y como la nata y la fresa están caras, pues no se podía desaprovechar y con el dedo se iban comiendo la nata que veían: nata en el brazo, a la boca, nata en la pierna, a la boca. Cada uno la nata de su cuerpo. ¡¡Que aún no hemos llegado a esa parte mal pensaoss!!!!
    Cuando se les acabó la nata de sus cuerpos, miraron las paredes y el techo a ver si había más pero les daba un poco de vergüenza la verdad. Y Aisha, observó que sobre Macu aun quedaba un poco de nata y un poco de fresa, parecía un postrecito de Danone. Aisha no pudo resistirse y pasó el dedo, cogió la nata y....
    ¡¡¡Se acabó el cuento!!! jajajajajaj.. ya os estabáis emociando eh!! pues venga que yo no he venido aquí a contar cuentos yo he venido a hablar de mi ¡¡TARTA!! uhh esto me acaba de recordar a Francisco Umbral.. cuando vino a hablar de su libro.
    Aisha, Macu, ¿me perdonáis no? ;) Aisha y Macu son amigos blogueros, de esos de los buenos de los que te comentan cada día y te hacen reír con sus comentarios, tengo más personas que también comentan todos los días y que también las aprecio así que hoy va por vosotros! COCINEROS DEL MUNDO
    INGREDIENTES

    1 cajita de fresas
    1 litro de nata para montar 35% MG.
    150 gr. de azúcar glas
    2 bases de bizcocho
    8 hojas de gelatina neutra
    1 tableta de chocolate para fundir

    ELABORACIÓN

    Colocar una base de bizcocho en un molde de aro desmontable.

    Regenerar las hojas de gelatina en agua fría, y entibiar 100 ml de nata en el micro.

    Montar el resto de la nata bien fría en un bol a ser posible de inox y bien frío, es recomendable para que la nata luego no se afloje mantener una velocidad de montado progresiva, no muy fuerte ni rápida y siempre en el mismo sentido pues las burbujas de aire que se forman en la materia grasa de la nata son más pequeñas y a su vez más estables y no se absorben unas a otras que es lo que suele ocasionar la bajada de ésta horas después.

    A mitad del proceso de montado cuando la nata empiece a coger cuerpo empezar a añadir el azúcar glas en forma de lluvia. En cuanto al azúcar para montar nata es siempre recomendable utilizar azúcar glas en lugar de azúcar blanquilla normal, pues los cristales de azúcar blanquilla no se desintegran en la nata igual de fácil que los de azúcar glas y también puede provocar la sudoración pasadas unas horas y la licuación grasa que suele acompañar al proceso, un desastre vaya.

    Seguir montado con cuidado de no pasarse mucho pues se cortará. Escurrir las hojas de gelatina y agregarlas a la nata tibia diluirlas completamente y ahora coger unas cucharadas de la nata montada y agregarlas a la nata tibia también, integrarlas bien y añadir otro par de cucharadas más (esto se hace para que la gelatina no coagule de golpe al contacto con la nata fría y evitar la formación de grumos). Acto seguido añadir la mezcla al resto de toda la nata montada y dar un batido de 4 o 5 segundos rápido y enérgico para que se mezcle el conjunto.

    Si haces caso a los trucos que te he explicado y además le añades la gelatina de esa forma, te garantizo que tu nata no se baja por más horas que la dejes en la nevera. Palabra de cocinero.

    Pon una capa de nata sobre la base de bizcocho y coloca encima fresas limpias y cortadas por la mitad, rellena los huecos entre las fresas con más nata montada, nivela para que no queden huecos vacíos y ponle encima la otra base de bizcocho presionando ligeramente para que salga el aire y quede parejo. Remata el pastel poniéndole otra fina capa de nata montada encima y alisando con ayuda de una espátula. Mete el molde en la nevera mínimo 3 horas para que coja bastante frío.

    Pasado el tiempo, desmolda y decora los laterales con ayuda de nata metida en una manga pastelera, alisa y mételo al congelador durante una hora o hasta que la capa superficial se endurezca.

    Derrite el chocolate al baño maría, cuando la tarta haya cogido frío y la parte externa este durita baña con el chocolate fundido y verás que al contacto con la nata fría y casi congelada solidifica de momento formando una cubierta crujiente. Decora con fresas a tu gusto y si quieres darle brillo a las fresas napalas con un almibar gelificado.

    Et voilà!!! PEDAZO TARTACA QUE TE HAS MONTADO EN UNA TARDE LIBRE.  

    José López

    FIDEUÁ ESPECIAL

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    Vuelvo con una de salado que después de tartas y bizcochos cada vez que miro el blog me sube el azúcar... y con esta me retiro por unos días! o eso intentaré.
    Aprovechando que es domingo, que los supermercados están cerrados y que yo los domingos no tengo ganas de complicarme la vida pues he abierto la nevera y ¿qué ha sido lo primero que me he encontrado? Sobras!! sí, sobras de un día, sobras de otro, sopa de cebolla por un lado, dos pechugas por otro, espinacas con bechamel de ayer. Y he pensado pues mira, vamos a ver que sale del reciclaje.
    Cierto es que me podía haber facilitado más el almuerzo recalentando las sobras esas y haciendo un tapeo de todo pero yo no soy de recalentar, soy más de reciclar, el cubo de basura en mi casa no se llena mucho que no está la cartera para andar derrochando, ser cocinero consiste en ingeniártelas con lo que tengas.
    Desde ya te digo que no es una fideuá común, así que no me critiques jajaj, no es el típico plato marinero que se elabora con pescado y marisco fresco de forma parecido a la paella, es un símil. Eso sí, lo que me ha gustado respetar es la paellera o en mi caso cazuela en la que se suele elaborar y los fideos finos que son el origen y no los fideos gordos esos huecos que los llaman “fideos para fideuá”, esos no! A mi lo que me gusta es que los fideillos finos cuando acabes la fideuá y la dejes reposar se retuerzan y se suban para arriba como gusanillos, eso es tan característico de este plato.






    INGREDIENTES



    350 gr. de fideos “cabello de ángel”

    200 gr. de restos de espinacas o de espinacas ya cocidas

    2 pechugas de pollo

    10 champiñones frescos

    ½ l. de sopa de cebolla o caldo de pollo
    1 vasito de vino blanco
    Harina
    aceite de oliva
    sal y pimienta

    ELABORACIÓN

    Lo primero es formar las bolas de espinaca del tamaño de una albóndiga y pasarlas por harina.

    Ponemos una sartén honda con bastante aceite para freír a que se vaya calentando. Y la sopa de cebolla o caldo a calentar.

    Por otro lado ponemos la paellera o cazuela de barro al fuego con un chorrillo de aceite y vamos salteando las pechugas de pollo salpimentadas a fuego medio cuando empiecen a coger color las rociamos con el vino y le echamos los champiñones limpios y cortados por la mitad o a cuartos dependiendo del tamaño.

    El aceite ya estará caliente así que vamos a freír los fideos, los echamos todos de golpe en la sartén y con cuidado los vamos removiendo con la espumadera hasta que cojan un color dorado, (1 minutos aproximadamente). Sacar y dejar escurrir el exceso de aceite.

    Filtrar el aceite de la sartén para retirar los fideos que se quedan pegados en el fondo y paredes y volverlo a poner al fuego para freír las bolas de espinaca, bien fritas y doradas a fuego alto para que se les forme una costra externa que impida que se deshagan.

    Rociar la mitad del caldo sobre la paellera o cazuela y aumentar el fuego, cuando arranque a hervir añadir las bolas de espinaca y acto seguido los fideos fritos, remover con sumo cuidado para que las bolas no se deshagan y los fideos se impregnen bien del caldo, agregar el resto del caldo rociándolo por encima de todas las bolas de espinaca para que los fideos que se quedaron encima de estas se bajen y queden empapados, salar al gusto. A partir de ahora bajar a fuego medio y no remover con la paleta, sólo mover con movimientos de vaivén hasta que el caldo se lo vayan absorbiendo los fideos.

    Ten en cuenta que son fideos y no arroz, es decir, no te pases con el líquido pues sino te quedará caldosa y lo suyo es que quede seca. Si no controlas bien el líquido lo mejor es irlo echando de a poco y siempre caliente según vayas viendo como te queda la pasta. Además una vez que ponemos los fideos como son tan finos estos se cocinan 5 minutos, no más.

    Finalmente cuando veas que se consumió el líquido y los fideos están tiernos, déjala secar a fuego mínimo durante un par de minutos, después apaga y deja reposar (sin tapar) 5 minutos y verás como los fideos de la superficie poco a poco como por arte de magia se van doblando sobre sí y quedan todos mirando para arriba, es ideal!!!!! (por eso los fideos gordos esos huecos llamados “de fideuá” tienen la forma curvada para imitar el resultado que dan los fideos finos originales al cocinarlos de esta manera).

    Otra opción si quieres es una vez que añadiste los fideos y el caldo meterla al horno y dejar que se acabe de hacer en él, pero yo prefiero al fuego.

    Como dirían por aquellas tierras: que aprofiti!!

    José López





    SES PANADES

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    Discutían al lado del fogón el cucharón, la cazuela, el cuchillo y un par de platos.

    El cucharón colgaba de su gancho y, porque veía más que ninguno, criticaba a quien se le ponía a tiro. Esta vez fue la cazuela. “eres de fondo oscuro y quién sabe si sucio”, le decía, “provoca hasta miedo asomarse dentro de ti”.

    Pero en esta cocina nadie se callaba cuando le incordiaban... “anda que tú”, le espetaba la cazuela. “No conozco a nadie con menos fondo y capacidad. Dime, ¿qué puedes dar?”

    El cuchillo se picó por los comentarios, y como no se cortaba un pelo, dejó caer.. “¿para qué hace falta tener fondo? mejor es tener la capacidad de introducirse en las cosas y mirarlas por dentro”.

    “¡Yo jamás me acercaría a ti!”, dijo la olla en un grito, “rallar es lo menos que le haces a las cosas”.

    Y cómo no iba a intervenir el más engreído de la cocina, el más mirado en la mesa, el plato: “La perfección consiste en albergar dentro de ti una cantidad proporcionada de alimentos que queden perfectamente dispuestos… puro arte, diría yo”.

    La discusión hubiera continuado indefinidamente si no llega a entrar el cocinero en la cocina. Con amor y eficacia, manejó hábilmente todos los utensilios y compuso un exquisito manjar. El cucharón, la olla, el cuchillo, el plato y todos los demás útiles cumplieron su función.

    Cuando, tras el trabajo, recibían un relajante y merecido baño en el lavavajillas, todos (los que tenían fondo y los que no, los que cortaban y los que no, los escondidos en los cajones o los que estaban de cara al público) se preguntaban por qué se empeñaban en ver los aspectos negativos de los demás, si al final debían reconocer su interdependencia y su valiosa participación en el suculento resultado final.

    Moraleja: Trabajemos todos en equipo, dándonos importancia, respeto, compañerismo y obtendremos el fruto, el plato, hoy tú receta, mañana la mía…






    El origen de las empanadas es incierto: comunidades judías, musulmanas y cristianas se atribuyen el mérito. Si algo está claro es que tradicionalmente han sido típicas de Semana Santa y ya sea en época de Cuaresma o plena Semana Santa han sido desde tiempo inmemoriales preparadas y transmitidas de madres a hijas siguiendo la tradición. Las abuelas las hacían la víspera de los días festivos y así tenían parte de la comida preparada.

    Cuando estuve en Palma comí las típicas de carne con guisantes en una panadería de un pueblo perdido en el centro de la isla, una señora mayor estaba detrás del mostrador repleto de ensaimadas y empanadas que derrochaban tradición y buen hacer. Hoy he querido versionar las tradicionales pues estas no son iguales sino parecidas y de diferente elaboración. Aprovechando que he venido al pueblo a pasar las vacaciones, el relleno lo he preparado con unos estupendos espárragos trigueros y verduras del huerto. Pocos ingredientes pero de calidad, ese es el secreto.



    INGREDIENTES

    Para el relleno:

    2 sobremuslos de pollo deshuesados
    2 tomates hermosos maduros
    1 manojo de espárragos trigueros
    2 cebollas medianas
    3 dientes de ajo
    Aceite de oliva
    Sal

    Para la masa:

    600 gr. de harina fuerte
    200 ml. de agua tibia
    40 gr. de levadura prensada
    150 gr. de aceite del rustido
    sal

    ELABORACIÓN

    Primeramente haremos el relleno.

    Pelar y laminas los ajos, cortar las verduras en trozos grandes, a mi personalmente me gustan trozos grandes pues cuando me como una empanada me gusta encontrarme tropezones de los ingredientes que la constituyen.

    Poner una sartén al fuego con bastante aceite de oliva y sofreír las verduras por riguroso orden de sequedad, en primer lugar ajos, luego cebolla, esparragos y finalmente tomate. Pasados diez minutos de cocción agregar los sobremuslos de pollo también cortados a trozos, salar y dejar cocer a fuego vivo durante unos minutos más hasta que el pollo esté hecho sin quitarle el ojo de encima pues hay que remover constantemente.

    Cuando esté hecho apartar del fuego y añadir tres yemas de huevo revolviendo bien para que se integren con los demás ingredientes, colocar sobre un escurridor para que decante el aceite y mientras tanto manos a la masa.

    Para la masa tamizar en primer lugar la harina, mezclar el agua templada con la levadura y diluir. Hacer un volcán con la harina en un bol e ir agregando el agua a medida que removemos con una espátula, de seguido agregar el aceite y la sal. Resultará una masa de textura grasa y moldeable que no debe de pegarse.

    Volcar la masa sobre la superficie de trabajo y comenzar con el amasado, suave, delicado y constante durante unos 10 minutos en los que la masa irá cogiendo firmeza y brillo. Bolear y dejarla reposar en un cuenco grande tapada con un paño húmedo por espacio de hora y media en un lugar cálido.

    Pasado ese tiempo volcar nuevamente la masa sobre la superficie de trabajo, apretar con los dedos para desgasificar y amasarla ligeramente 1 minuto, cortar porciones del tamaño de un huevo y hacer bolitas.

    Ir depositando las bolitas encima de un trozo de papel de horno y trabajar con las manos: hacer un hoyo con el pulgar en el centro, irlo agrandando apretando sobre las paredes y la base de la masa haciéndola girar junto con el papel sobre la mesa.

    Una vez hecha la base, rellenar con el pollo y verduras. De seguido coger un pegotillo de masa del tamaño de una nuez y hacer un círculo del tamaño de la empanada con ayuda del rodillo, esto será la tapa. Ponerlo encima y juntar con los bordes apretando con los dedos pulgar e índice y pellizcando haciendo girar la masa. Finalmente hacer un agujero en el centro para que pueda escapar el vapor durante la cocción y pintar la empanada con aceite del rustido y la ayuda de un pincel de cocina.

    Una vez hechas todas las empanadas cocer al horno precalentado a 180ºC durante media hora vigilando de que no se doren mucho.

    Ses panades ja son cuites...!!!

    José López


    SOPAIPAS MONTALBEÑAS

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    Le preguntas a cualquier señora mayor en el pueblo y siempre te dirá lo mismo.. “...esto es muy fácil niño, coges el aceite calentito, y se lo echas a la harina, la que admita, una poquita de levadura, bicarbonato, papelillos del tigre, sal, sus copitas de anís, el vino y haces una masa como para empanadillas, la dejas reposar, la extiendes con una botella y cuando el aceite del perol esté caliente, muy caliente las vas cortando, estirando y a freír, ¡¡¡pero si tú ya lo has visto muchas veces!!!!...” a ojo, todo a ojo. Y esas son las buenas, las que echan un poco de aquí un poco de allá un chorro de esto y otro de lo otro y ale: ¡A VOLAR!




    Las sopaipas no son un dulce propiamente dicho, sería preciso recordar que en los tiempos de penuria este engrudo que originalmente era de harina, agua y sal paliaba la hambruna que dejó la posguerra. En la región andaluza son típicas en muchas celebraciones y fiestas populares sobre todo en los pueblos de la campiña cordobesa.

    El origen de la palabra proviene del mozárabe donde significaba “masa frita”. La palabra se fue decantando semánticamente hasta llegar al significado actual. Se pueden comer dulces para una merienda o desayuno al igual que saladas tal cual salen de la sartén.

    Aprovechando la visita al pueblo aquí os dejo el resultado de mis tías haciendo sopaipas, todo un acontecimiento, ellas amasando y yo haciendo fotos y preguntando.

    Maño ahí te queda la receta... (espero que las hagas pronto)







    INGREDIENTES

    1 kg de harina
    1 sobre de levadura Royal
    1 papelillo del tigre
    1 cucharadita de bicarbonato sódico
    1 puñado de matalahúva
    2 cucharaditas de sal
    125 ml de aceite de oliva suave
    125 ml de zumo de naranja (recién exprimido)
    190 ml de vino blanco
    1 chupito de anís seco



    ELABORACIÓN

    Poner a calentar: por un lado el aceite, por otro el vino blanco y por otro el zumo de naranja con la sal.

    En un barreño mezclar harina, levadura, papelillos del trigre y bicarbonato. Hacer un hueco en el centro de la harina y cuando el aceite este bien caliente agregárselo mezclando bien con ayuda de una espátula, de seguido agregar el zumo hirviendo y el vino blanco también hirviendo, amasar un poco con ayuda de la espátula.

    Agregar el chupito de anís y finalmente el puñado de matalahúva que previamente habremos molido o triturado. Incorporar todos estos ingredientes en la masa y volcarla sobre la superficie de trabajo.

    Ahora amasar con las manos durante unos 3-5 minutos trabajando bien hasta que se forme un masa moldeable y de aspecto brillante nada pegajosa. Volver a colocar la masa en el barreño y tapar con un paño.

    Untar la superficie de trabajo de aceite y un rodillo también. Ir formando bolas del tamaño de una albóndiga y con ayuda del rodillo irlas estirando sobre la mesa untada con el aceite (a medida que vayamos estirando la masa, el rodillo y la mesa irán necesitando más aceite para que no se nos pegue).

    Es importante tener la masa restante siempre tapada mientras estiramos las bolas para que no pierda mucho calor y no haga corteza pues la masa se trabaja mejor en caliente.

    Una vez estiradas irlas friendo en un baño abundante de aceite caliente volteándolas a medida que se hinchan. Cuando estén doradas sacarlas del aceite ponerlas sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa y pasarlas por azúcar y canela. Se irán enfriando rápidamente y ya están listas para comer. También se pueden comer solas sin nada más, o con miel, o chocolate o lo que se te antoje!!

    Buenas tardes señoras y señores si queréis sopaipas irse pasando por la cocina que de un kilo y medio nos han salido 96 piezas.

    JOSÉ LÓPEZ

    LAS MAGDALENAS DE MI MADRE

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    Magdalena te voy a contar un cuento...

    Aquella tarde la madre hizo magdalenas. Llovía a mares y no podía salir, la escoba descansaba en un rincón, el gato junto al fuego, el padre por ahí.

    Su amiga Margarita le había llevado huevos, su hermana aceite del molino. Y ella tenía levadura, harina, azúcar, limón y palos de canela.

    Bate que bate, amasa y amasa las claras con las yemas, el aceite, la harina, el azúcar un poco de limón y polvo de canela.

    El horno encendido, ¡caliente, caliente! Y los niños que estaban castigados jugando en la bodega.

    La madre haciendo magdalenas y crecen y crecen y crece la leyenda que ricas han de estar espolvoreadas de canela.

    Afuera seguía lloviendo a mares, la casa olía a leña y también a magdalenas. Preparó chocolate muy caliente, saco brillo a los platos y colocó la mesa.

    La madre los llamó refunfuñando y les dijo que estaba la merienda, los niños dieron tales gritos que tembló la casa entera, la chimenea, el gato despertó de su letargo y la escoba hizo piruetas.

    El padre apareció recién duchado preguntando si hacía falta su presencia, y el duende de la lluvia, con el susto, pisoteó catorce o quince setas.

    “¿No queréis merendar pequeños sinvergüenzas? Os moriréis de hambre en la bodega si no subís ahora y coméis: el chocolate, las magdalenas con canela unos dulces que tengo muy recientes o quizás arándanos y grosellas”

    La madre en el fondo no era mala, pero los niños, a veces, la ponían enferma. Eran malos muy traviesos, le rompían las cosas y nunca hacían sus tareas.

    ¡Qué tristeza, qué tristeza! ser tan buena madre y que tus hijos no obedezcan.

    Bajó la escalera con cuidado. Olía a leña, y también a magdalenas aroma de azúcar quemada y fragancia de canela. Los niños susurraron entre ellos: “¡qué raro! no creo que la mama huela de esa manera”

    Después, cuando el castigo fue quitado merendaron, inventaron juegos, recogieron la mesa. Por fin había dejado de llover, olía a musgo, a miel, a olivo y a tierra.. el olor de la pradera.

    La madre dormitaba junto al fuego, nunca había parecido más buena. Aunque siempre fue muy buena madre y excelente cocinera.

    Y les dijo antes de dejarles salir a la puerta que el truco para hacer las magdalenas, está en batir, amasar bien y que podían comer cuantas quisieran.






    Bueno, bueno, bueno... estamos que lo petamos esta Semana Santa con los dulces!! ayer me colé en la cocina de mi tía y hoy me cuelo en la cocina de mi madre, (que más que una cocina parece un obrador porque no le falta de nada) así que aprovecharse que estas cosas no ocurren muchas veces en el año...

    INGREDIENTES

    500 gr de harina
    ½ litro de aceite de oliva suave
    500 gr de azúcar
    ½ kg de huevos (10 huevos M)
    4 sobres de papelillos del tigre
    1 cucharadita de levadura royal
    Ralladura de 1 limón mediano
    1 cucharaditas de canela en polvo



    ELABORACIÓN

    Rallar la cascara de 1 limón, pesar y medir todos los ingredientes, preparar las cápsulas de magdalena sobre la bandeja y precalentar el horno a 190ºC.

    Separar las claras de la yemas y empezar a montar las claras. Cuando empiecen a coger cuerpo agregarle el azúcar en forma de lluvia y seguir montando. Incorporar la canela en polvo y las yemas de huevo a la mezcla y seguir batiendo (las claras se bajarán, no pasa nada estas magdalenas llevan aceite y quedan igual de esponjosas).

    Incorporar la ralladura de limón, el aceite a la mezcla y seguir batiendo, finalmente incorporar la harina tamizada junto con los papelillos del tigre.

    Llenar una manga pastelera con la crema y empezar a rellenar las cápsulas de magdalena hasta las ¾ partes de su capacidad. Espolvorear por encima de cada una con una mezcla de azúcar y canela (mezcla aparte de las cantidades que os he dado). Acto seguido introducirlas al horno, cerrarlo y bajar la temperatura a 180ºC.

    No abrir el horno en todo el proceso de cocción hasta que las magdalenas no estén doradas y hayan subido pues de lo contrario se bajarán. Estarán horneadas en unos 20 minutos aproximadamente, si se doran mucho a mitad de cocción bajar la temperatura unos 10ºC.

    Magdalenas de las de toda la vida, muy propias para Semana Santa. De esa cantidad y con cápsulas del número 10 saldrán unas 32 magdalenas. Se pueden conservar perfectamente en bolsa de plástico cerrada durante bastantes días y también se pueden congelar e irlas sacando de a poco.

    JOSÉ LÓPEZ

    DORADA A LA SAL

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    Hace tiempo, se ve que en la cocina de la abuela se produjo un gran revuelo. Las especias y los condimentos, aprovechando que la abuela había ido con el abuelo a pasar un chequeo médico, se habían puesto a discutir para ver cuál era el mejor de todos.
    –Yo soy el más deseado (dijo el pimentón de la Vera) ¿No veis que estupendo color que tengo? El abuelo, cuando cocina, me pone sobre el pulpo con un poco de aceite de oliva. Dice que el pulpo así, es la comida favorita de los dioses.
    –¿No te acercaste nunca a mí? (retrucó la nuez moscada) mi aroma es ¡¡indescriptible!! La señora abre el frasco sólo para olerme. Ella dice que sin nuez moscada, no se puede comer la bechamel. ¡Hasta la escuché comentar con las vecinas una tarde que vinieron a tomar café, que quería conseguir un perfume con mi aroma!
    –Yo soy mucho mejor (dijo la pimienta en grano) para Navidad, cuando preparan pavo, sino estoy yo, no lo pueden hacer. Es la comida preferida del hijo mayor. Una vez agarró el frasco y dijo: ¿cómo puede ser que estos pequeños granos den tanto sabor a ese pavo?
    Y así... una por una, las especias y los diversos condimentos fueron hablando acerca de sus colores y de sus aromas, tratando de demostrar delante de los demás, que ellos eran estupendos e indispensables: las hojas de laurel, el romero, el tomillo, el azafrán, la vainilla, el ajonjolí, la matalahúva…
    Sólo la sal permanecía callada. Claro, ¿qué podía decir ella? pálida y sin aroma. Ninguno de los que pasaban por la cocina decía algo de su color y menos aún abría el frasco para olerla.
    Casi sin darse cuenta se les pasó la tarde en ese debate que parecía que no iba a tener fin. De pronto, la abuela entró a la cocina, estaba con una de sus nietas y ya habían vuelto de hacer la visita al médico. Estaba de muy mal humor porque el doctor le había prohibido comer con sal.
    –No te preocupes abuela, puedes poner otros condimentos (le dijo la nieta)
    Las especies hicieron silencio y escucharon con atención...
    –¡No es lo mismo! (dijo a abuela) Cualquier otro condimento le da un sabor especial a la comida, sólo la sal no deja rastro y hace que surja el verdadero gusto de las cosas.
    Cuando la abuela y la nieta salieron de la cocina... los condimentos dieron por terminada la discusión entre ellos. Ya sabían cuál era el que no podía faltar.





    Por otro lado y después de este pequeño homenaje a la sal. Te diré cuales son las características para identificar el pescado fresco:

    • En el punto de venta, el pescado fresco debe de estar colocado en bandejas inclinadas cubiertas por hielo constantemente.
    • No son aconsejables adornos tales como perejil, col, lechuga ya que retienen impurezas o gérmenes de la superficie del pescado.
    • Las zonas que se deben examinar para comprobar el grado de frescura son:
        • Ojos (esféricos, salientes, transparentes y brillantes)
        • Agallas (color vivo y limpio, suave y resbaladizo al tacto)
        • Piel (resbaladiza, suave, brillante y limpia)
        • Escamas abundantes
        • Abdomen (firme y consistente)
        • Han de oler a humedad limpia a mar o agua dulce según la especie.

    INGREDIENTES (para 2 personas)

    1 dorada de 600 gramos
    1 kg de sal gorda o en escamas
    Romero y tomillo
    Agua


    ELABORACIÓN

    Pedir en la pescadería que nos limpien la dorada de escamas, aletas y que le retiren las agallas y las tripas (pero que la dejen entera).

    Poner la sal en un recipiente y espolvorearla con una cucharada sopera de tomillo y otra de romero, mezclarlos bien y humeceder con un pulverizador lleno de agua.

    En primer lugar coloca una base de un dedo de grosor de esta sal sobre la fuente del horno, pon la dorada encima y cúbrela con el resto de la sal dándole la forma del pescado y aplastando para que quede compacta y no se vea nada de pescado. Vuelve a pulverizar con agua.

    Hornea 30 minutos aproximadamente a 180ºC.

    Pasado el tiempo de horneado saca el pescado y vuelve a pulverizar con algo de agua después rompe la costra (que se habrá vuelto bastante dura) con ayuda de un cuchillo o tenedor y pala de pescado, retira la capa superior de sal y la piel se desprenderá con facilidad quedando la carne a la vista y lista para servir.

    Este pescado así preparado se sirve generalmente en la misma fuente en la que se ha horneado pues lo característico es que los comensales vean la dorada toda cubierta por sal, abrirla delante de ellos y que cada uno coja su porción. Al mismo tiempo se suele acompañar de algunas verduras al vapor o a la parrilla y al dente.

    Por muy poco esfuerzo y dinero puedes quedar como un verdadero anfitrión/a.

    José López

    BOLLOS DE CENTENO Y SALCHICHAS

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    Algunas personas de ciudad han perdido el amor por la naturaleza y también han perdido algo tan natural para el hombre como es, desde hace milenios, la preparación del pan. ¿Para qué hacer el esfuerzo de amasar y cocer la masa panadera, con resultados que son, a veces, bastante malos? ¿podríamos obtener en alguna ocasión esas barras doradas, esos panes crujientes y perfumados? ¿dónde encontrar las harinas y levaduras que nos permitirán poner a la mesa nuestro propio pan de cada día? ¿de dónde sacar el tiempo para hacerlo?

    Mucha gente no ha elaborado nunca pan y se muestra reacia a ello pues temen al fracaso. ¡Si a pesar de ello probaran! ¡Si se decidieran a hacer el primer pan, el único que de verdad cuesta trabajo! Sentirían el orgullo del trabajo bien hecho, regalándose productos superiores a esos panes que algunos panaderos de pacotilla ya no elaboran ni ellos mismos, sino que los reciben prehorneados.

    Yo os invito a participar en la gran fiesta del pan casero, compartiendo con vosotros este juego que es la preparación del pan en casa. Y para evitar que la ilusión se convierta en la decepción de un bloque mal cocido, os propongo descubrirlo metiendo las manos... en la masa.

    Y que mejor que meter las manos en la masa, las vuestras y las de vuestros hijos que seguro les encantará hacer estos bollos de salchichas con queso. Y como hoy no vamos a complicarnos la vida haciendo el pan, porque los niños están de por medio, pues la receta consta de tan solo: 4 ingredientes.








    INGREDIENTES

    600 gr de preparado para pan de centeno RIVERCOTE (en el Lidl)
    300 a 350 ml de agua templada
    2 salchichas gordas
    queso rallado


    ELABORACIÓN

    Mirad la receta de elaboración que he seguido PARA HACER LA MASA es la misma que índica la bolsa de envasado del preparado de pan RIVERCOTE. La ví el otro día en el Lidl y pensé “tengo que probarla”. He considerado que estaba bastante bien explicado en el envase y no tiene complicación alguna pues es hacer un volcán con la harina que ya viene con levadura, mejorantes y gasificantes y añadir el agua templada, después amasar un rato para que la masa quede elástica y fermentarla en un lugar cálido. Resulta rápido, cómodo y de un resultado bastante aceptable. Además explica hasta la temperatura que tienes que darle según el tipo de horno que tengas.

    Lo único que he variado han sido las cantidades pues no me parecían muy fiables y el tiempo de fermentado que lo he prolongado más y lo he hecho al lado de una estufa para que la miga quedase más esponjosa. (He fermentado 1 hora y media la masa en bloque)

    VALE Y A PARTIR DE AQUÍ YA EMPIEZA MI TOQUE PERSONAL:

    Untar un molde con mantequilla.

    Una vez fermentada, desgasificar la masa con los dedos sin amasar mucho y cortarla en trozos de unos 50 gramos. Bolear sobre la mesa espolvoreada de harina y hacer una incisión centrar en la bola con el dedo pulgar. Abrir un poco esa incisión y colocar en el centro un trozo de salchicha y un poco de queso rallado. Cerrar plegando las paredes laterales hacia arriba y volver la masa sobre sí poniéndola boca abajo, volear para dar forma e ir colocando las bolas una al lado de otra dentro del molde enmantecado. (Mirad las fotos del paso a paso más abajo y se ve clarito).

    Una vez esté el molde repleto de bolas. Fermentar nuevamente al lado de la estufa durante una media hora en la que la masa subirá un poco de volumen. Mientras tanto calentar el horno a 200ºC con ventilador. Pasado el tiempo de fermentación, espolvorear de harina por encima y meter al horno durante 20 minutos aproximadamente.

    El resultado salta a la vista!!! se puede comer tal cual recién salido del horno calentico con el queso fundido por dentro y la salchicha cocida. O bien se puede dejar enfriar y comerlo como merienda en plan “bocata diferente”.

    A los niños les encantará ¡PRUÉBALO! 

    JOSÉ LÓPEZ

    3x1 PERA, CACAO Y CARAMELO

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    “....Añadir las claras a punto de nieve a la mezcla ¡¡sin romperlas!!” Una indicación tan vaga en una receta para la preparación de un bizcocho produce una gran inquietud al cocinero aficionado: ¿cómo evitar que se derrumben las claras que ha montado con tanto esmero?.

    En su ignorancia, comienza a realizar una mezcla que le parece delicada y lo hace lentamente. Pero claro, como las claras y el resto de la masa se mezclan mal, el cocinero se detiene antes de conseguir una preparación homogénea o bien bate tanto y tan fuerte los dos componentes que las claras se vienen abajo. En ambos casos el resultado es el mismo... ¡UN DESASTRE!

    ¿De quién es el fallo? ¿Del libro de cocina que da por sabidas las técnicas sencillas, conocidas por los profesionales pero poco difundidas entre los aficionados? ¿Del principiante, que se lanza con ingenuidad y osadía a hacer algo que no es tan fácil como parece?

    Dificultades como esa no son obstáculo para el acceso al mundo culinario. Incluso la mala pedagogía de los libros de recetas es algo común, porque después de una breve consulta, el aficionado terminará por descubrir el documento explicativo y una vez resuelto, admitirá y hasta deseará que no se repitan en todos los libros de cocina los consejos para resolver los problemas que poco tiempo atrás le hacían fracasar.

    Por el contrario, me parecen mucho más graves las frases lapidarias como... “a la crema así preparada, añadir las huevos de dos en dos” ¿Por qué de dos en dos? ¿y por qué no seis a la vez si tengo prisa y me da la gana...?????? Esta vez, la explicación no se encuentra en ningún libro; solamente la experiencia enseña lo bien fundada que está la advertencia.

    Mirad, con 14 años fue la primera vez que me planteé hacer un bizcocho por mi propia cuenta sin ayuda de nadie más que el viejo Gran Libro de la Respostería Everest que andaba rodando por casa.. (un libro que ahora que lo acabo de volver a consultar para rememorar viejos tiempos tiene la misma edad que yo pues está editado en 1983) bien, pues padecí en mis propias carnes la tortuosa tarea y vocabulario enredoso de como por citar algunos ejemplos: “incorporar las claras de arriba a abajo” ¿qué? ¿perdona? ¿de arriba a abajo? ¿y qué hago le doy la vuelta al cuenco?, pasapalabra me voy a la siguiente receta, me ponía a leer y la siguiente decía: “escudillar con manga” ¿¿qué me estás contando?????, pasapalabra, la siguiente.. y la siguiente decía: “encamisar el molde” ¿cómO??? Este libro se cachondea de mí, pensé.

    Hoy en día, he abierto el viejo libro y lo veo con otros ojos, en aquellos tiempos yo leía las recetas y decía: “¡menuda porquería! ¡esto no hay quien lo entienda!”. Pero hoy, ese libro concretamente, es una joya en mi estantería y no sólo porque gracias a él descubrí este maravilloso mundo culinario sino porque es una delicia la redacción, explicación, e ilustración con que trata cada receta o técnica que ofrece. Por eso al cocinero aficionado, si es tan curioso como gourmet, los principios le dejarán frustrado pero a la larga algunos intentos de violar las normas proporcionaran a éste la sabiduría de sus mentores.

    La receta de hoy la he extraído en parte de otro libro de repostería de la editorial Everest, son grandes libros los de esta editorial, éste en concreto es de Christophe Felder. Sea como sea mis publicaciones trato de explicarlas lo más completitas posibles y por si tras la explicación de cada una de ellas aun siguen quedando dudas o hay sugerencias de mejora pues ya sabéis donde estoy, porque esto no es un libro, esto es un blog que se alimenta de vuestros comentarios.







    Ahora agarrarse que vienen curvas....


    INGREDIENTES

    Plancha genovés de chocolate.
    120 gr. de yemas
    150 gr. de harina
    25 gr. de cacao en polvo
    240 gr. de claras
    180 gr. de azúcar

    Peras caramelizadas.
    50 gr de azúcar
    8 peras
    1 palo de canela

    Salsa de caramelo.
    60 gr de azúcar
    150 gr de nata líquida
    30 gr de mantequilla

    Espuma de caramelo.
    12 gr de gelatina
    550 gr. de nata líquida
    6 yemas
    30 gr. de azúcar
    190 gr. de azúcar
    75 gr. de agua
    270 gr. de leche


    ELABORACIÓN

    Para la plancha de genovés.

    Precalentar el horno a 200ºC. Tamizar en primer lugar la harina y el cacao. Montar las claras a punto de nieve e ir agregando el azúcar poco a poco. Montar las yemas ligeramente y agregarlas a las claras delicadamente. Mezclar con suavidad y añadir la mezcla de harina y cacao tamizados. Escudillar sobre una bandeja de horno forrada de papel y hornear durante unos 10 minutos a 200ºC.
    Veréis para mezclar una preparación más densa con las claras a punto de nieve, hay que depositar las claras sobre la misma y, con ayuda de una espátula plana, hacer como si se cortase una tarta: hundir la espátula en vertical hasta el fondo, después girarla para hacerla pasar bajo la preparación y levantar por encima de las claras, repitiendo la operación varias veces, es decir, lo que suelen resumir en los libros con “mezclar de arriba a abajo con movimientos envolventes”.

    Peras caramelizadas.

    Pelar y cortar 6 peras a dados de tamaño medio. En una sartén fundir a fuego suave el azúcar hasta obtener un caramelo dorado, añadir los dados de pera y el palo de canela partido en tres trozos. Saltear durante unos 5 minutos.

    Salsa de caramelo.

    Fundir en un cazo a fuego suave el azúcar hasta obtener un caramelo rubio, templar la nata al microondas, se incorporará mejor tibia que fría. Verterla sobre el caramelo en tres veces, con cuidado y mezclando con un cucharon (no echarla de golpe pues hará mucha espuma y puede derramarse). Añadir la mantequilla y dejar cocer a fuego medio un minuto hasta que el caramelo coja textura untuosa.

    Espuma de caramelo.

    Poner la gelatina en remojo en agua fría. En un bol y con varilla mezclar las yemas y los 30 gr. de azúcar (sin blanquear) es decir, sin batir en exceso.
    En un cazo a fuego medio fundir los 190 gr de azúcar en seco hasta que tengamos un caramelo oscuro (ojito porque una vez que coge color marrón se quema en segundos). Incorporarle el agua y volver al fuego.
    Hervir la leche, echarla sobre las yemas, volver el conjunto al cazuelo y verter sobre este el caramelo líquido al agua. Cocer a fuego medio como unas natillas sin dejar de mover con el cucharon sin que llegue a hervir.
    Fuera del fuego incorporar la gelatina escurrida y mezclar, dejar enfriar pero sin que cuaje la gelatina.
    Montar la nata hasta que doble su volumen y coja cuerpo. Añadir la crema de caramelo a la nata montada y mezclar bien.

    Montaje.

    En un aro o molde pastelero colocar en la base una capa de bizcocho, sobre este extender los dados de pera y verter encima la salsa de caramelo. Seguidamente poner la espuma de caramelo, cubrir con otra capa de bizcocho, alisar el conjunto y meter en la nevera para que coja frío un par de horas.

    En una sartén poner un poco de azúcar a caramelizar y seguidamente agregar 2 peras cortadas a gajos o rodajas o como más te guste peladas o sin pelar, saltear 4 o 5 veces para que cojan el caramelo y retirar del fuego. Dejar entibiar. Sacar el pastel de la nevera y decorarlo con las peras y cacao en polvo espolvoreado o virutas de chocolate.

    JOSÉ LÓPEZ

    PANECILLOS DE REMOLACHA Y MIEL DE CAÑA

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    ¡Pues no! no son magdalenas, ni muffins... a pesar de parecerlo. ¡Son panes! y no unos panes cualquiera, son unos panes saludables.

    La remolacha tiene un largo historial en el tratamiento del cáncer; parece que contiene sustancias anticancerígenas en su sustancia colorante, así como una sorprendente capacidad para aumentar la obsorción de oxígeno por las células. Muchas de esas características aumentan cuando se come cruda o en zumo, lo cual tonifica mejor la salud que un bote de píldoras vitamínicas. La receta de hoy no es más que otra pincelada para mantenernos sanos y dar color a nuestras vidas.

    Esta receta de pan la he buscado por toda la web pero ninguna me convencía pues no veía más que masas crudas súper rojas y vistosas que una vez cocidas quedaban pardas y oscuras con lo cual para obtener un mejor resultado he adaptado varias recetas variando cantidades, cambiando, quitando y agregando algunas cosas, por ejemplo:

    • he sustituido 10 gr. de agua por 10 gr. de zumo de limón, pues el calor del horneado afecta al pH de la remolacha y cambia su color, lo cual provoca el pardeamiento de este pan pasando de rojizo a marrón, así que el zumo de limón al ser más acido provoca un cambio de pH evitando en parte el pardeamiento y ayudando a mantener el bonito color rojizo.
    • también en cuanto al agua he utilizado agua mineral natural en la cual he calentado las remolachas en lugar de agua corriente. Por lo mismo explicado anteriormente para influenciar y potenciar más el color rojizo (y el sabor) y como no, mantenimiento de nutrientes que en el agua no sólo se nos va el color sino que se nos irían minerales y demás.
    • he horneado los bollos a una temperatura más elevada de lo común y en menor tiempo, por lo mismo que he dicho anteriormente, para evitar la cocción prolongada y evitar el pardeamiento.
    • Y para terminar justo antes de hornear los bollos, es conveniente pintarlos con una mezcla de miel de caña y agua de remolacha entibiada al micro. Esto potenciara el color de la corteza durante el horneado, pues nos interesan unos panes, bien, bien, rojos y vivos.






    Y después de todo el rollazo... mi recomendación es la siguiente; no forméis panes grandes con esta masa pues exigirá más tiempo de cocción lo cual conlleva prolongación del calor de horneado afectando al pH de la remolacha y provocando el pardeamiento del pan perdiendo el bonito color rojo que lo caracteriza. El sabor será el mismo, pero el aspecto no tendrá nada que ver. Así que mejor porciones mini.







    INGREDIENTES.

    200 gr de remolacha cocida hecha puré
    700 gr de harina de fuerza
    50 gr de levadura fresca
    2 cucharadas de miel de caña
    200 ml de agua de cocción de la remolacha
    10 gr de zumo de limón
    sal

    ELABORACIÓN.

    (Yo lo he hecho en amasadora pero lo paso a explicar a mano, el proceso es el mismo pero a “tracción animal”)

    En un bol tamizar la harina, desmenuzar muy bien la levadura, agregar las 2 cucharadas de miel y la sal integrando todo bien.

    Acto seguido añadir el agua (reservando una poca) y el puré de remolacha, y comenzar el amasado mezclando con la rasqueta, así mantendrás las manos limpias los primeros minutos que la masa es más pegajosa. Observa si la masa necesita más agua y si es así añade una poca sino pues olvídala ya que todas las harinas no exigen la misma cantidad de agua.

    Espolvorear de harina la superficie de trabajo y empezar el amasado. Paciencia, la masa se pega pero esto no es eterno, mete las manos por debajo de la masa y elévala, hunde los pulgares en ella y repite la operación una y otra vez golpeando la masa le iremos metiendo aire el cual quedará aprisionado durante el amasado y posteriormente en la cocción separará los alveolos gaseosos de la miga.

    A los 5 minutos de amasado ya irá cambiando el aspecto, proseguir con el amasado alrededor de 10 minutos dónde la masa se volverá cada vez más tersa, lisa y elástica. Forma una bola y en un bol amplio salpicado de harina y cubierta con un paño la dejaremos “dormir” unas 2 horas al abrigo de corrientes y junto a una fuente de calor, por ejemplo cerca del motor del frigo o de un radiador. La masa se hinchará, por la actividad de las levaduras triplicando su volumen.

    Pasado el tiempo, sacamos la masa y desgasificamos amasando ligeramente sobre la superficie de trabajo. Porcionamos la masa según nuestras necesidades o forma que queramos darle y colocamos los panecillos sobre la bandeja de horno forrada de papel.

    Se deja reposar durante otras 2 horas. Durante esta fase de “apresto” la masa debe elevarse y duplicar su volumen ¡cuidado, no hay que tocarla!. Después se le practican unas incisiones por encima, se pinta de un jarabe de miel y jugo de remolacha y se hornea a 210ºC con una fuente de humedad interna unos 15 minutos.

    Los panes se deben dejar enfriar sobre una rejilla.

    Esto es todo amigos!! Buen pan y buen día

    JOSÉ LÓPEZ

    RECETAS DEL CONCURSO

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    Cuando hace ya un mes me surgió la idea de crear un concurso para recopilar recetas saludables en la lucha contra el cáncer, jamás pensé que la entrada aquella fuese a tener tantas visitas, tantos comentarios y además tampoco pensé que muchos/as de los que me leísteis en aquel momento fueseis a tomar conciencia de ello y a aportar vuestras recetas al evento. Lo único que puedo decir a todo ello es: GRACIAS.


    http://mifogonentucocina.blogspot.com.es/2013/03/ensalada-vida-y-concurso-recetas-contra.html
    ENSALADA VIDA
    Hoy el evento queda cerrado y a partir de este momento se abre la ronda de votaciones por período de una semana hasta el día 21 de abril a las 23,59 (hora peninsular). 



    A partir de ya, podéis votar por vuestra receta preferida en el enlace que adjunto al final de esta entrada y avisar a vuestros conocidos para que se conecten, se pasen por aquí y voten también por vuestras recetas. 

    Ya sabéis que yo no decido quién será el ganador, para mí sois todos ganadores y ganadoras!!! pero como no tengo libros para todos pues a votar. El resultado... ¡¡DEPENDE DE VUESTROS VOTOS!! 

    En caso de empate, resultará ganadora la receta que antes haya sido publicada. Todas las recetas tienen un número asignado en orden de su publicación al concurso.

    Al día 22 daré a conocer la receta ganadora y me pondré en contacto con la persona que esté detrás de esa receta para hacerle llegar el libro. Que será este:


    NUEVA GASTRONOMÍA MACROBIÓTICA
    "Bernad Benbassat"
    (las imágenes expuestas a continuación son del libro propiedad de la editorial RBA)





    Somos lo que comemos, afirma Bernad, la macrobiótica es la forma más inteligente de alimentarse. Y la verdad, si nos paramos a pensar, la mayoría no tenemos ni idea de lo que comemos, de cómo nos afecta y más aún, si nos conviene. ¿Estás list@ para caer en la seducción de la macrobiótica? 


    Las recetas que me han sido enviadas y que optan a llevarse el libro son las siguientes:

    1. ENSALADA SEMÁFORO.


    2. PAVO CON VERDURAS AL VAPOR


    3. GARBANZOS CON BACALAO FRESCO


    4. ENSALADA DE ARROZ CON FRUTA Y ALGA WACAME


    5. CREMA DE NARANJA



    1. ENSALADA VARIADA CON FRUTAS Y GAMBAS



    2. PAN DE CENTENO, NARANJA Y MIEL DE AZAHAR



    3. ENSALADA DE HABICHUELAS VERDES Y MELVA



    4. ENSALADA DE FRUTAS CON ZUMO DE MANZANA NATURAL



    5. EMPANADA INTEGRAL DE ESPINACAS, BACALAO Y PIÑONES



    1. QUEQUE INTEGRAL CON FRUTOS SECOS



    2. MERLUZA RELLENA DE GAMBAS Y SURIMI



    3. ENDIVIAS RELLENAS CON ATÚN



    1. MAGDALENAS SÚPER INTEGRALES



    1. MERMELADA DE CÁSCARA DE NARANJA



    2. QUICHE DE COLIFLOR CON SALCHICHAS



    3. CREMA DE LENTEJAS Y CABALLA CON TOMATE


    4. MOUSSE DE AGUACATE CON CARAMELO DE NARANJA



    1. CREMA DE ZANAHORIAS



    2. LOMOS DE SALMÓN



    3. MILHOJAS DE HABITAS TIERNAS Y BACALAO



    4. ENSALADA DE CRUDOS SOBRE TALLOS DE ACELGA



    5. TAGLIATELLE DI SPINACI (TAGLIATELLE DE ESPINACAS)



    6. RAYA EN SALSA DE CEBOLLA



    7. TORTILLA CAMPESINA


    8. ENSALADA DE VAINILLAS, JAMÓN Y MOZARELLA



    9. BACALAO AL PIMENTÓN
      Del blog http://cocinachao.blogspot.com.es




      PUEDES VOTAR POR TU RECETA FAVORITA JUSTO AQUÍ DEBAJO EN EL  LINK DE VOTACIONES

      Si eres uno de los participantes y quieres más votaciones para tu receta, comparte esta publicación. A más alcance de gente, más número de votantes y más posibilidades de ganar.

      Disculpadme pero esta entrada no permite el intercambio de comentarios para no influenciar las votaciones 
      ¡¡SUERTE A TODOS!!

      VOTA AQUÍ
      (El evento ha terminado)

    BACALAO EN PAPILLOTE, SU COSTRA DE CEBOLLA Y CHUTNEY DE TOMATES

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    Es posible que tu bisabuela jamás oyese la palabra "nutrición". Y que seguramente no supiese que los carbohidratos son formas de las proteínas, ni tampoco distinguir de una grasa buena a otra mala, ni de una vitamina a un mineral. A pesar de eso, ella crió a tu abuela, que a su vez crió a tu madre.

    ¿Cómo lo hicieron sin el consejo de los especialistas nutricionistas? Es sencillo; aplicando el sentido común. La naturaleza es tan rica, que la cocina será siempre un arte en el que la intuición hace milagros. Ellas nos daban alimentos frescos y de la estación, y nos cocinaban platos apetitosos y fuertes, con gran variedad de ingredientes, ingredientes de calidad que toda la familia comían y disfrutaban en común alrededor de la mesa.



    Suponte que compras 500 gr. de patatas frescas y después la misma cantidad de patatas fritas ultracongeladas. Descubrirás que la bolsa de patatas fritas cuesta como 3 veces más que las frescas y que, a cambio de tu dinero, te llevas una dosis extra de grasas perjudiciales, de sal y quizás unos cuantos elementos químicos... Esta es la primera lección del día para entender la relación entre el valor de los alimentos y el dinero, mientras menos hayan sido manipulados, más baratos serán en cambio más ricos en nutrientes.


    Comer sano no te tiene que costar una fortuna. En términos nutricionales lo más caro no tiene más valor. El corte más barato de carne no es menos nutritivo que el más caro y las verduras y frutas comunes de cada localidad son más frescas y ricas en vitaminas que las más caras importadas del extranjero. La segunda lección es: trata de comprar alimentos frescos, sin envasar ni procesar pues no sólo te costarán menos sino que serán mejores. 







    El papillote es una forma sana de cocinar el pescado o incluso carne o verduras, pero generalmente pescado, respetando todo su sabor y aroma. Combina horneado, braseado y cocción al vapor. El alimento se envuelve herméticamente en un paquete de papel de horno o de aluminio junto con un chorro de líquido y a veces alguna hortaliza y se hornea. Con el calor del horno, el líquido se transforma en vapor y según la cantidad de pescado pues se brasea o se cuece al vapor. Si bien la cocción en papillote es un método de cocción profesional y espectacular, también es bastante práctico pues nos permite cocinar sin lavar demasiados cacharros ya que la comida se prepara en “un paquete” que luego va a la basura.

    De forma tradicional el papillote se abre delante del comensal, en ocasiones delante de sus narices, así podrá apreciar el aroma del pescado.

    Por otro lado, el chutney es un tipo de mermelada especiada o salsa de textura algo pastosa de origen indio (en europa la han introducido los ingleses). Suele ser algo picante, aunque no siempre. Se les suele añadir vinagre como aromatizante y conservante a la vez que azúcar morena y alguna especia que le de el toque particular.



    INGREDIENTES

        Para el bacalao en papillote.
    1 lomo de bacalao fresco de 600 gramos
    aceite de oliva virgen extra
    miel de caña

        Para la costra de cebolla.
    300 gr. de cebolla frita crujiente

        Para las chips de patata.
    2 patatas grandes
    aceite de girasol

        Para el chutney de tomates.
    300 gr de tomate pelado y picado fino
    3 cucharadas soperas de azúcar morena
    una pizca de sal
    2 clavos de olor
    1 palo de canela partido en dos
    1 cucharada de vinagre balsámico de Modena
    1 cayena pequeñita desmenuzada

    ELABORACIÓN

        Para el chutney de tomates.
    En primer lugar prepararemos el chutney que no es más que una “mermelada especiada y algo picante”. Pon todos los ingredientes en una sartén y dale fuego medio por espacio de 1 hora (aproximadamente) o hasta que reduzca el caldo y tome consistencia de mermelada. Retira los palos de canela y los clavos de olor. Reserva.

        Para la costra de cebolla.
    Machaca en el mortero la cebolla frita crujiente hasta que quede como cristales de sal gorda. Reserva.

        Para las chips de patata.
    Pela las patatas y con ayuda de una mandolina o un rallador o pelador, saca láminas finas y rectangulares de patata, dóblalas sobre sí mismas a modo de hojuelas y pínchalas con un palillo de dientes. Después fríelas en abundante aceite de girasol o en la freidora a fuego medio.
    No frías muchas de golpe pues hay que retirarles el palillo en caliente antes de que se pongan muy crujientes y se lleguen a partir. Reserva.

        Para el bacalao en papillote.
    Porciona el lomo de bacalao en 3. Corta trozos de papel de hornear o papel de aluminio (prefiero el primero) del tamaño de un folio, dóblalo por la mitad para plegarlo y luego desdobla. Coloca en el centro de la mitad derecha un lomo de bacalao, rocía de aceite de oliva, sal y una gotas de agua. Pinta los bordes de la mitad derecha del papel con miel y dobla la mitad izquierda del papel como si fuese un sobre. Presiona los bordes para sellar el papel y haz una serie de dos pliegues rectos presionando firmemente sobre cada pliegue para sellar bien.

    Hornea el pescado a 180ºC entre 7 y 10 minutos o hasta que la bolsa se hinche.

        Montaje.
    Abre la bolsa con unas tijeras. Saca los lomos de bacalao y recubre la parte superior con una capa generosa de la cebolla frita machada. Ponlos en el centro de cada plato.
    En un lateral del pescado pon una linea fina de chutney de tomates y clava encima las chips de patata.
    En el otro lateral y algo separado del pescado coloca una quenelle de chutney, rocía con unas gotas de aceite de oliva y adorna con alguna hierba aromática.

    JOSÉ LÓPEZ

    Y ahora sí, esta receta se la voy a mandar a mi amiga Marisa de los blog THERMOFAN y RECETAS BBSSAsí le devuelvo su participación que aportó al concurso que yo organicé y de paso me uno a su grandísima iniciativa saludable que ha tenido organizando nuevamente el segundo reto BBSS (Recetas Buenas, Baratas, Sanas y Sencillas). Los objetivos están claros: mejorar y motivar la calidad de la alimentación, poner al alcance de todos recetas saludables, ser complices y contribuir a hacer aflorar sonrisas. 

    El lema que trata esta vez es: "el chocolate puede ser demoníaco y la patata no es sólo brava". Yo en esta receta aunque la patata la he dejado en segundo plano, la he adaptado a mis necesidades. Así que Marisa, ahí te queda la receta, las fotos y el plato. 


                                           


    PASTEL DE MIEL ÁRABE

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    Aun recuerdo la primera vez que abrí un libro de cocina. Tenía 14 años y fue el Gran Libro de la Repostería Everest, el primer gran libro de repostería ilustrada para todas las ocasiones. También recuerdo cual fue la primera receta que hice, (el Pastel de Miel Árabe muy similar a la Tarta Florentina). Ese fue mi primer contacto directo con la cocina.

    No sé muy bien, ni cómo ni por qué me dio por abrir aquel libro, y menos aun ponerme a hornear ese pastel, lo que sí recuerdo es que la heladería de mi pueblo hacía y comercializaba la Tarta Florentina y yo puede que quizás repasando el viejo libro la viese entre sus páginas y como me gustaba tanto pues me animé y la hice.

    Desde aquel día ese libro se convirtió en mi “mentor culinario” ¿qué quiero decir con esto? simplemente la influencia que puede llegar a tener un libro sobre nuestras vidas. El Everest era mi compañero de fatigas, sus recetas se me resistían, y era normal! Yo con 14 años que en mi vida había frito un huevo y tirarme de cabeza al río con recetas y técnicas elaboradas y sofisticadas para un amateur pues no era de extrañar que a veces en lugar de tartas me saliesen churros o truños por llamarles de alguna manera. Aunque como uno es tan tozudo “como la madre que lo parió” pues erre que erre las recetas fueron saliendo y las técnicas me las fui aprendiendo a golpe de equivocarme. Que mejor manera de aprender, sabiendo lo que ya no debes hacer y el por qué no debes hacerlo.

    El paso siguiente fue matricularme en la Escuela de Hostelería, el siguiente lanzarme al mundo laboral, el siguiente hacerme el blog y el siguiente... ¡ya veremos!

    El caso es que hoy voy a homenajear al libro ese, porque se lo merece, porque es una gozada como trata cada receta, porque sino hubiese estado en mi casa quizás yo hoy tampoco estuviese aquí publicando recetas en el blog y porque me da la gana que para eso hoy es el DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO.







    Dice un proverbio árabe que... UN LIBRO ES COMO UN JARDÍN QUE SE LLEVA EN EL BOLSILLO. Pues hoy voy a compartir con vosotros la mejor flor del jardín la mejor receta del libro. Receta que como he dicho anteriormente la he sacado para rememorar viejos tiempos y hacerle un homenaje al Everest y a mis principios.

    Os propongo un trozo de Al-Andalus en vuestra mesa, una receta exclusiva, rápida y riquísima que se conserva en perfecto estado durante varios días y queda perfecto para servir ya sea de postre, en el desayuno o en la merienda. La gastronomía árabe es una de las más dulces del mundo, desde antaño han usado los mismos edulcorantes naturales, miel, almíbares, azahar que junto con el uso de especias y frutos secos son capaces de sumir a cualquiera en el más profundo de los placeres que supone la buena mesa.

    La base es un bizcocho de cocción sencilla como la de cualquier otro bizcocho que sólo nos plantea un inconveniente; acertar cuál es el momento idóneo para interrumpir la cocción antes de que el bizcocho esté terminado, para añadirle la cobertura de miel y almendras de modo que los últimos minutos se cuezan ambos en conjunto. Ésto que en un principio parece fácil, si no se le tiene el punto cogido puede resultar un handicap importante, pues ya sabéis que interrumpir la cocción de cualquier bizcocho antes de tiempo puede dar lugar a que se nos venga abajo y quede asqueroso. Pero como eso ya me pasó a mí hace 16 años varias veces pues la duda está resuelta.






    INGREDIENTES

        Para el bizcocho.
    75 gr. de margarina
    3 huevos
    125 gr. de azúcar
    1 cucharadita de vainilla en polvo
    3 cucharadas de nata líquida
    150 gr. de harina
    ½ bolsita de levadura Royal

        Para la cobertura.
    200 gr. de margarina
    160 gr. de azúcar
    160 gr. de miel
    4 cucharadas de nata líquida
    300 gr. de almendras laminadas
    ½ cucharadita de canela molida
    la corteza de ½ naranja rallada

    ELABORACIÓN

        Para el bizcocho.
    Untar con margarina y harina un molde desmontable de 28 cm de diámetro aproximadamente y calentar el horno a 180ºC.
    Derretir la margarina al micro. Montar los huevos con el azúcar con ayuda de un batidor hasta obtener una mezcla espumosa e incorporar la margarina tibia y la nata. Tamizar por encima la harina junto con la levadura e incorporarla con movimientos envolventes de abajo arriba. Con suavidad. Introducir la crema en el molde enmantecado, dar unos golpes secos para que salgan las burbujas de aire, alisar e introducir al horno a altura media durante aproximadamente 15 minutos.

        Para la cobertura.
    Mientras se hornea el bizcocho, en los 15 minutos previos haremos la cobertura. Esta cobertura es deliciosa y puede emplearse para otro tipo de bizcochos o magdalenas, etc.
    Derretir la margarina en una cacerola, agregar el azúcar, la miel, la nata, las almendras, la canela, y la ralladura de naranja. Dar un hervor rápido sin dejar de remover.
    Cuando veas que tu bizcocho empiece a dorarse superficialmente, querrá decir que ya se habrá asentado su estructura inicial y podrás abrir el horno sin riesgo a que se desplome (eso puede ser a los 15 minutos o algo más de tiempo, dependiendo del horno).
    Entonces, abre el horno, con rapidez y destreza retira un poco la bandeja y vierte la cobertura sobre el bizcocho delicadamente hasta recubrirlo por completo (no lo hagas de golpe pues el peso de las almendras se hundiría sobre el bizcocho aun caliente y aunque quedaría rico no quedaría vistoso).
    Cuece otros 10-12 minutos para que la cobertura tome color acaramelado, después desmolda y déjalo enfriar sobre una rejilla.

    Buen provecho.

    JOSÉ LÓPEZ

    CANELONES DE POLLO Y SOBRASADA

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    Hace unos días vi una pasta de canelones en el Lidl con forma de cilindro, se me encendió la bombilla y me dije ésta se viene conmigo. 

    Los canelones del italiano cannelloni son un plato de pasta que a casi todo el mundo gusta. Sin embargo no es en Italia dónde más se consumen. Los canelones son un plato típico de Cataluña y consumido en toda España, gracias al intercambio cultural entre Italia y nuestro país.

    Como norma general las pastas al horno no se dejan al dente, sino bien cocidas y después se gratinan para que su exterior quede crujiente. Sin embargo en la receta de hoy para poderlos dejar de pie me he visto obligado a que la pasta quedase más bien al dente y mantuviese su firmeza. Son las consecuencias de querer darle un toque diferente al plato.






    Aunque en el paquete pone que esta pasta se puede rellenar directamente desde crudo, ponerle la salsa y la bechamel y hacerla al horno. Yo os diré que no me gustan esos inventos, a mi la pasta para conseguir que quede con buena textura no hay quien me quite que ha de ser cocida en agua hirviendo como lo ha sido siempre de forma tradicional. 






    INGREDIENTES

    Pasta de canelones de cocción rápida

        Para el relleno.
    2 pechugas de pollo picadas
    1 lata de tomate natural
    200 gr. de champiñones 
    80 gr. de sobrasada
    100 gr. de mantequilla
    sal y pimienta

        Para la bechamel.
    250 ml. de leche entera
    250 ml. de nata
    50 gr. de mantequilla
    80 gr. harina
    sal, pimienta y nuez moscada
    75 ml. de leche

    ELABORACIÓN


        Para el relleno.
    Fundir en un perol amplio la mantequilla y dorar la picada de pollo salpimentada. Cuando empiece a coger color añadir los champiñones picados muy finos y rehogar durante cinco minutos. Incorporar la lata de tomate natural y dejar cocer durante el tiempo necesario para que se evapore el caldo y quede seco. Apagar el fuego y agregar la sobrasada mezclando bien para que se integre. Reservar.


        Para la bechamel.
    Haremos una bechamel espesa. 
    Hacer un roux fundiendo la mantequilla y agregando la harina de golpe, mezclando bien hasta que la harina se cueza. Incorporar los 250ml de leche, 250ml de nata y remover constantemente para deshacer los grumos hasta que espese. Una vez lista salpimentar y ponerle también la nuez moscada.
    De esta bechamel 2 partes se la mezclaremos a la carne del relleno y 1 parte le adicionaremos 75 ml. de leche para hacerla más ligera y poder napar con ella los canelones.

        Para hacer los canelones.
    Hervir la pasta a partir de agua hirviendo salada durante 5 minutos con cuidado de no poner mucha de golpe para que no se rompan.

    Una vez hervida la pasta, cortar los canelones de la forma deseada y poner los cilindros de pie. 
    En una manga pastelera introduciremos el relleno de carne e iremos rellenando los cilindros de canelón con éste. 

    Seguidamente introduciremos todos los canelones en una bandeja de horno, naparemos con la bechamel más liquida y gratinaremos unos 5 minutos. 

        Montaje.
    Para montar el plato yo he colocado primero una base de un aceite hecho con sobrada y aceite de oliva a partes iguales.
    Sobre éste he colocado los canelones individuales a diferentes alturas.
    Y como toque final unas hierbas aromáticas para decorar el plato. 

    JOSÉ LÓPEZ








    TORTILLITA DE PAN RALLADO SOBRE ALBORONÍA

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    Cuando mi abuela me regaló esta sartén, yo aun no era consciente de que años después me dedicaría a la cocina y haría de ello mi profesión. Era una vieja sartén diminuta que tenía en casa y en la que siempre me hacían tortillas de pan rallado. Un día, hace muchos años, se la pedí y no dudó en regalármela.

    Desgraciadamente mi abuela ya no está entre nosotros, nos abandonó en noviembre del año pasado a la edad de 90 años. Había vivido lo suficiente, quizás sí, pero no lo suficiente que yo hubiese querido. Hoy 30 de abril de 2013, día de su cumpleaños, cumpliría los 91.

    Hay personas en esta vida que deberían ser inmortales. Y las abuelas, estaréis de acuerdo conmigo que deberían de serlo. Escuché por ahí que las abuelas son seres con plata en el pelo y oro en el corazón. Sus manos delgadas, de tacto frío y frágiles, reflejaban claramente que los años no pasaron en vano. Y su rostro repleto de arrugas, una por cada momento vivido dulce y amargo. Pero ahí estaban sus ojos, un espejo en el que siempre estuve bien mirado. 

    Estoy redactando estas líneas y me invade la añoranza, pues físicamente mi abuela no está pero emocionalmente no me abandonará mientras yo tenga uso de razón. De una personalidad arrolladora, se mantuvo lúcida hasta prácticamente los últimos días de su existencia; 6 hijos, 4 nueras, 2 yernos, 14 nietos y 2 biznietas, jamás olvidó un cumpleaños, jamás olvidó un santoral, siempre preocupada por los suyos sin preferencias, todos por igual.

    ¿Cómo voy a olvidar a alguien así?, ¿cómo voy a olvidar a alguien que me dedicó parte de su vida?, a alguien que jamás supo decirme no cuando la necesité, a alguien que a pesar de haberse ido no me ha abandonado.

    La muerte nos sonríe a todos, para que llorarle, devolvámosle la sonrisa y pronto nos sentiremos más alegres. Hoy día 30 de abril no estarás aquí para que te de dos besos bien dados, pero eso no me va a impedir que allá donde quiera que estés te dedique la receta y te desee un...

    ¡FELIZ CUMPLEAÑOS CORAZÓN!







    La receta de hoy no es ninguna casualidad. Son las 2 únicas elaboraciones que yo siempre he comido única y exclusivamente en casa de mi abuela: las tortillas de pan rallado y la alboronía. Jamás las he probado fuera de su comedor. Estas recetas no son novedad alguna, en el pasado eran la alimentación de muchas personas, pero actualmente están casi en desuso. Ingredientes básicos, al alcance de cualquier bolsillo y sin ningún misterio de elaboración.

    Alboronía, cuya pronunciación es boronía o moronía y en algunas partes almoronía, según el diccionario es palabra de origen árabe, haciendo referencia a un guisado de diferentes hortalizas picadas y cocinadas. Consiste en un guisado de berenjenas, tomates, pimiento y calabazas, todo ello bien mezclado con pimentón. Muchos aseguran que la alboronía es la mater de todos los pistos: manchego, madrileño, bilbaíno, la xanfaina catalana y la fritada aragonesa.



    INGREDIENTES

        Para la tortilla de pan rallado
    2 huevos
    3 cucharadas de pan rallado
    sal

        Para la alboronía
    1 berenjena
    200 gr. de calabaza
    1 cebolla 
    3 tomates maduros
    1 diente de ajo
    1 pimiento verde
    aceite de oliva, sal y pimienta y pimentón


    ELABORACIÓN

        Para la tortilla de pan rallado
    Proceder como una tortilla cualquiera batiendo los huevos ligeramente y agregándole las cucharadas de pan rallado. Si es pan rallado en casa mejor.
    No hay que cocerla mucho pues se pondría muy dura. Y debe de comerse recién hecha que es como más rica está.

        Para la alboronía
    Pelar la calabaza y la berenjena, trocearla con una picada mediana ni muy pequeña ni muy gruesa. Hervir durante unos 15 minutos hasta que se ablanden.

    Picar la cebolla y el diente de ajo y poner a sofreír con un poco de aceite. Cuando empiecen a coger color añadir el tomate pelado, despepitado y troceado, rehogar 10 minutos a fuego medio.

    Incorporar la calabaza y berenjena, salpimentar. Tapar y a fuego mínimo dejar cocer unos 20 minutos.

    Esto ha sido todo por hoy. Recetas con sentimiento, recetas del corazón.


    JOSÉ LÓPEZ



    PASTEL DE CHOCOLATE Y DULCE DE LECHE

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    ¡Caray! que tremolina, 
se armó en la cocina, porque al chocolate nadie lo veía!!!


    ¿Alguien sabe algo?
 murmuraba el mango. La crema indignada, se quedó callada y en la otra esquina la vainilla opina: yo vi la otra tarde dos chocolatinas. Tozudo y gruñón les dice el limón: exijo ahora mismo una explicación.

    
¡¡Lo vi en la cazuela!!!! 
grita la canela. 



    ¿Ustedes lo vieron? 
dijo el caramelo. 



    Con tanto jaleo, 
se asusta el poleo. La harina se enfada y hulle afuscada!!!! Llama la sandía a la policía y presentan sus quejas todas las lentejas, pero los garbanzos prefieren descanso..


    ¡Esto huele mal!, opina la sal, el queso enojado le grita al pescado.


    Desde la encimera, 
bastante altanero protesta el bizcocho porque son las ocho. Piden las verduras 
algo de cordura, ¡¡tengamos paciencia en esta emergencia!!. 


    La nata aburrida se quedó dormida, dice un piñoncito
 hablando bajito: pobre nuez moscada llora desconsolada pues del chocolate nadie sabe nada...









    Os presento un pastel de muerte rápida porque si se hace lenta el sufrimiento será prolongado... jajjaja


    Bueno y sin más aquí os dejo la receta ya quien quiera que se lo haga en casa, hoy no me enrollo que me voy para la nevera ¡¡QUÉ TENGO ANTOJO!! ahhhh.. y por favor, hacedme caso, si veis complicado hacer el postre entero, al menos haced el bizcocho de chocolate y comerlo tal cual ¡¡YA ME DIRÉIS!! 





    INGREDIENTES

        Para el bizcocho suave de chocolate
    300 gr. de chocolate puro para postres
    200 gr. de mantequilla sin sal
    200 gr. de azúcar
    5 huevos
    1 cucharadita de Vainillina en polvo
    100 ml. de café expresso 

        Para la mousse de dulce de leche
    500 ml. de nata
    6 hojas de gelatina
    150 gr de dulce de leche
    100 ml de café expresso
    100 gr. de azúcar glass

        Para la cubierta de nata
    500 ml. de nata
    100 gr. de azúcar glass
    Bolas de chocolate
    Dulce de leche tibio


    ELABORACIÓN

        Para el bizcocho suave de chocolate
    Precalentar el horno a 160ºC con ventilador.
    Fundir el chocolate al fuego suave junto con el café. Cuando esté fundido, incorporar la mantequilla fría y a trozos. Mezclar bien hasta que quede una mezcla homogénea y reservar.

    Batir los huevos ligeramente con ayuda de unas varillas (sin necesidad de que monten). Incorporarles el azúcar y la vainillina, mezclar bien e incorporar la mezcla de chocolate anterior con delicadeza. 

    Encamisar el molde con mantequilla y harina. Llenarlo con la masa de bizcocho y hornear durante 1 hora aproximadamente a 160ºC. 

    Cuando pase la hora de cocción apagar y abrir el horno pero dejar el bizcocho dentro 5 minutos más pues el cambio brusco de temperatura exterior chafaría su superficie. De esta forma se bajará un poco pero uniformemente. Después retirar y dejar enfriar por completo a temperatura ambiente.


        Para la mousse de dulce de leche
    Montar la nata junto con el azúcar glass hasta que coja algo de cuerpo.
    Rehidratar la gelatina en agua fría. Calentar el café un poco y diluir en él las hojas de gelatina escurridas, de seguido incorporar el dulce de leche y mezclar bien. Si está muy caliente dejar entibiar un poco.
    Coger una poca de la nata montada y mezclar con la crema de dulce de leche, después mezclar todo el conjunto actuando con rapidez para que la gelatina no forme grumos.
    Cubrir la base de bizcocho con esta mousse y reservar en frío.

        Para la cubierta de nata
    Montar la nata de la manera tradicional con el azúcar glass. 
    Cubrir el pastel con ella haciendo olas disparejas. Rociar por encima dulce de leche entibiado al microondas y decorar con unas bolas de chocolate.

    Espero que lo hagáis y lo disfrutéis tanto como lo estoy disfrutando yo ahora mismo. Un abrazo.

    JOSÉ LÓPEZ



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